No seré tu princesa

02. ¿𝐍𝐨 𝐭𝐞 𝐝𝐚𝐬 𝐯𝐞𝐞𝐠𝐮𝐞𝐧𝐳𝐚?

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 02.

Un brillo segador me hizo despertar, incorpore mi espalda quedando sentada frente a este con las cobijas aún enredadas y la marca de la almohada en la cara.

- ¿Cuál es tu problema?- pregunté notando al chico frente a mi.

- El mío ninguno - me sonrió terminando de abrir las cortines - solo que en mi casa yo siempre abro las ventanas cuando despierto, perdón si te desperté princesita pero ya es tarde.

- más idiota no se pudo - murmure dejándome caer.

- cuidado como me llamas, son tu jefe - le di una mala mirada mientras esté bajaba.

Mire el reloj a un lado de la cama, eran las 7:30 de la mañana de un domingo antes de entrar a clases, en el cual no habían deberes, no había absolutamente nada más que hacer. Pero claro al idiota de mi "jefe" se le ocurre despertarme a esta hora.

Me levanté sin mucho ánimo tome mi teléfono de camino al baño, en la pantalla podía ver los mensajes y llamadas perdidas algunas de Melisa y otras de yosef que decidí ignorar las de ese último e ver los mensajes de la otra.

- ¡ya se que estás en la ciudad!
-hay que salir hace mucho no lo hacemos!
- ¿vamos una fiesta en la noche?

-acabo de llegar y ya me quieres
Mal influenciar?
-no tengo nada mejor así que vamos.
- pasas por mi

Deje mi celular a un lado, pensando en si ir
O cancelar, una de las órdenes es no dejar al príncipe solo, pero mi papá no estaría aqui para decirme que hacer, además si es mi última misión tenía que divertirme.

Al terminal de vestirme tome mi celular y Melisa ya había respondido. Así que le seguí la conversación mientras salís a peinarme.

- ya sabes yo soy tu chófer privado
-ponte guapa te buscaremos una aventura

-noooo
-cupido me odia y lo sabes

-No puedes decir no
- nos vemos a las 7, me mandas la
Ubi.

Baje encontrándome con el mismo chico de hace un momento con la camisa en el hombro y la frente sudaba, mientras hacia abdominales.

- iré a correr - desvíe la mirada cuando el me miró - ¿que aras en la noche?

- ¿porque?- las comisuras de sus labios se levantaron de forma coqueta - ¿me invitarás a salir? ¿Tan irresistible soy?

- solo eres irresistible con las ciegas - tome mis audífonos.

- No saldré en la noche, pero si tú me invitas lo pensaré - su mirada estaba puesta en mi.

- Siga soñando principito - negué con la cabeza, antes de salir del departamento.

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El lugar estaba en silencio, deje mis llaves colgadas cuando entre, todo estaba acomodado en su lugar como de costumbre.

Me sentía un poco acalorada, el sudor bajaba por mi frente y mi pelo estaba revuelto por tanto corre, me dolían las piernas, pero estaba orgullosa de no romper mi rutina.

Subí al segundo piso y me quite los zapatos para correr, el pantalón deportivo al igual que la chaqueta que traía, quedando solo en el top deportivo morado, tome mi teléfono y respondí la llamada entrante de Marcos activando el alta voz.