El lobo de alado

Capitulo 6

velas estaban encendidas por todas partes en el sótano dando al lugar un aspecto sereno. Casi podría haber sido romántico, especialmente teniendo en cuenta que en el centro de la habitación, Foxy estaba sentada con las piernas cruzadas y desnuda. Desafortunadamente para mí, sabía que ella no se sentaba allí para el romance. Un pozo se elevó en mi estómago haciéndome sentir la necesidad de retorcerme. Mira, ella estaba a punto de hacer un milagro y para un Kitsune eso significaba sacrificar una cola. No sabía cuáles eran los detalles, pero sabía que antes del ataque ese mismo día, Foxy tenía cinco colas. Ahora tenía dos, tres utilizados para mantenerse con vida. El cuarto se sacrificó para que pudiera hablar con mi compañera Dana a través de nuestro enlace telepático.

Mi nombre es Vance. Un chico de dieciocho años cuyo vecino atractivo se reveló como un hombre lobo. Ella también había decidido convertirme mucho mejor. Incluso guardó un montón de secretos que salieron a la luz cuando el hombre lobo Alfa de otra manada la encontró. Ahora solo éramos yo, Foxy y Aysel juntos. Dana, Remi y Kristen estaban en las garras de mi rival alfa. Aunque ella probablemente no me vio como un alfa. Con una manada mucho más grande, probablemente iba a ser una competencia corta para que el tipo me despedazara miembro a miembro. Abandonar a mi pareja significaba llevarla a algo peor que la muerte.

Las colas de Foxy se movieron y las miré. Grandes colas blancas los dos. Tupido y alto. El pelaje se veía suave y quería abrazar a uno.

"¿Cuanto va a durar esto?" Yo pregunté.

La Kitsune no dijo nada mientras se sentaba. Apenas podía ver su pecho moverse o escuchar su respiración mientras estaba sentada en su trance con los ojos cerrados. Me estaba desconcertando. Sobre todo porque mi impaciencia se sumó a las audibles pisadas de Aysel arriba mientras paseaba.

Suspiré.

"Hush cachorro", dijo Foxy, las primeras palabras después de explicar el precio que tendría que pagar por mí. para el paquete Y hombre, la culpa era pesada. Demasiado asustado para moverme ahora por miedo a la perturbación continua, me quedé allí con el corazón latiendo en mis oídos ya que tenía poco conocimiento mitológico de un Kitsune. Lo que sí sabía es que el poder de un Kitsune estaba directamente relacionado con el número de colas. Reducido a uno, ¿qué sería Foxy?

"Estoy listo para ti."

Miré a Foxy. Ahora me miraba fijamente, sus ojos brillaban con un azul etéreo.

"¿Qué tengo que hacer?" Yo pregunté.

"Ven aquí", dijo con un suspiro. Había una molestia en eso y quería gritarle por la falta de información. En cambio, hice lo que ella me pidió.

Me acerqué y me senté frente a ella. A pesar de que ella no había dicho nada sobre sentarse, asumí que nos habríamos sentado al nivel de los ojos para lo que fuera necesario que sucediera.

"Dame tus manos", dijo con seriedad escrita en todo su rostro.

Se los presento y ella los agarra.

"¿Qué va a pasar?" Yo pregunté.

"Un milagro."

Todas las velas se apagaron al mismo tiempo, sumergiendo la habitación en la oscuridad por un segundo. El cuerpo de Foxy se cubrió de un azul etéreo y esa luz azul comenzó a volverse más brillante a medida que pasaban los segundos.

"Según las reglas antiguas, ofrezco en sacrificio mi cola para cumplir el deseo de este cargo", dijo. "Concédele la capacidad de usar la telepatía al máximo para hablar con su pareja".

Y así se disparó el hechizo.

Vi como su brillo se atenuó rápidamente. Esa fue mi primera señal de que el hechizo estaba funcionando. La segunda es que vi como una de sus colas desapareció de la existencia. El tercero fue el cambio físico que inundó a Foxy.