Apariencias

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Así, el hombre sabio miró al león y le dijo:

"Tal vez creas que me tienes acorralado, que no tengo por donde escapar, que ahora soy tu presa, y que al fin hoy tendrás alimento.

Pero estás completamente equivocado, tu apariencia de animal inferior te impide ver más allá de los meros instintos.

Por ello te lo diré solo una vez más, huye león, huye, puesto que, si avanzas un poco más, morirás, haz el esfuerzo de contenerte un poco y escucha."

El león ya saboreaba su nueva presa, estaba tan solo a un salto de distancia, lo había perseguido por un largo trecho y ahora él estaba a su merced. El león, emocionado, dio un salto hacia delante para abalanzarse sobre el hombre, el cual respondió para su sorpresa dando un ágil paso hacia atrás, provocando que el animal cayera a un profundo agujero, en donde encontró la muerte a mano de pinchos tallados por él.

Luego de un desesperado rugido el león exhaló su último aliento. El hombre se acercó entonces al agujero:

"Te lo advertí, si tan solo hubieses puesto atención podrías haber vivido un día más, pero no lo hiciste, y encontraste la muerte en un solitario agujero, lejos de tu manada"

Un par de lágrimas cayeron por las mejillas del hombre:

"Muchos me llamarían loco por haber tratado de comunicarme contigo, locos ellos, tú tan solo tienes la apariencia de un león, y yo la de un humano, pero aparte de las apariencias, ¿qué otra cosa puedo decir que nos diferencia?

No trataba de comunicarme con tu apariencia de león, sino más bien con tu alma, que es igual a la mía. ¿Que acaso cómo puedo estar tan seguro de eso? pues tal vez te sorprenderías si te dijese que de donde provengo hay seres con igual apariencia a la mía, y que ellos tampoco son capaces de seguir una simple advertencia."

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