EN EL MANICOMIO
− Señor Hockins, su hija se llama Dara, ¿Verdad?
− Así es, doctor.
− ¿Qué edad tiene?
− Cinco años doctor, es idéntica a su madre.
− ¿Conoce usted a un hombre llamado Grub?
− No señor, creo que no.
− Está bien. Voy a leerle una lista con varios nombres, si alguno le
resulta familiar, dígalo.
− Sí, doctor.
Si alguien en aquel presente hubiese tenido la capacidad de leer la mente,
el nerviosismo, la incertidumbre y la amargura, hubiesen sido más que obvias
para aquel en el señor Hockins.
Pero como nadie poseía dicha capacidad, el señor Hockins optó por no
expresarlos y enterrarlos en lo más profundo de su ser, para que ningún inoportuno
gesto le delatara.
La amargura que encerraban aquellas pequeñas paredes de despacho no
podía ser descrita con palabras.
− El señor Grub ya me ha dicho que no...¿Isabella?
Hockins hurgó en su desdichada memoria en busca de aquél nombre, pero
no lo encontró.
− ¿Sarah?
− ¡Oh!.-exclamó Hockins.- Sarah si, doctor. Es una vieja amiga de la familia.
− ¿Vive con ustedes?
− Si doctor, es la niñera de nuestra pequeña.
El doctor Miosi, con un exquisito garbo, asintió lentamente con la cabeza.
Después se mantuvo pensativo, extrañado, y con total delicadeza, apoyó sus
largas y elegantes manos sobre el escritorio.
− Dispénseme usted, pero... ¿Por qué me pregunta esto?- preguntó Hockins.
− Verá señor Hockins, su mujer se ha pasado la noche en vela. Escribiendo.
− ¿La noche... entera?-preguntó Hockins, anonadado.
− Así es.-contestó el doctor con total seriedad.- Está vez, parece ser
que ha escrito una novela.
− ¿Una novela?-repitió Hockins, incapaz de enterrar el asombró con el
resto de sus sentimientos.
− Narra el futuro de su hija desde diferentes... Puntos de vista.
− ¡Dios mio!-exclamó.- ¿El futuro de la pequeña Dara? ¿De mi pequeña?
El doctor volvió a asentir lentamente, respetando el silencio y cediéndole
la palabra, una vez más, al atónito hombre.
− ¿Puedo leerla?
− ¡No!.-exclamó el doctor.
La novata aprendiz del doctor, que había pasado desapercibida a lo largo
de la conversación, caminó unos pasos al frente con ánimo de ganar protagonismo,
mientras deslizaba las yemas de sus dedos a través de los ondulados
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Prisionera de mi mente
Mystery / Thriller¿Crees que el destino de las personas está escrito? ¿Qué el final de tu vida ya está dictaminado? Dara, heredará un extraño don de su madre, y es que en su cabeza aparecerán millones de voces que no podrá escuchar ni entender… Como solución, decidir...