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Abrió la puerta

Entramos

La cerró

Me volteo contra ella...

Alzó mis brazos y saco mi playera mientras me besaba el cuello;
Me rodeó con sus manos y con delicadeza me acarició

Desde el cuello hasta el final de la espalda.

Dio un paso atrás y se quito la playera en lo que yo le bajaba el pantalón.
Me paró y continuó besándome,
Comencé a quitarme el mío.

El sol acariciaba nuestros cuerpos mientras entraba por la ventana.

Me tomo por la cintura y levantó,
Me quité el bracier y con delicadeza empezó a besarme;
Rodee su abdomen con mis piernas
Y mientras lo acariciaba y besaba dió un paso hacia atrás y abrió el agua de la regadera.

El baño era color melón con detalles en coral, tenía un aroma a limpio que poco a poco se convertía en el que nuestros cuerpos desprendían, el agua comenzó a salir y con una cierta presión caía dulcemente sobre la tina rectangular con estructuras que eran parte de la pared, tenía 2 puertas corredizas transparentes, que lentamente comenzaron a empañarse.

Me bajó

Nos acabamos de quitar la ropa interior

Besó mi frente,

Tomó mi mano

Y metió un pie en la tina.

Yo lo seguí, me sostuvo de la cintura, se incó y sus manos recorrieron mi cadera, muslos y piernas.

Estábamos poco mojados, envueltos en vapor que poco a poco nos hacía más parte del sol que de la tierra.

Me inqué frente a él, lo vi a los ojos, observe su cabello mojándose y cómo pequeñas gotas corrían dulcemente por su cara, le acaricié la mejilla, bajé a su cuello y posteriormente toqué su torso pasando desde los pectorales hasta su abdomen.

Detuvo mi mano y me recorrió desde el dedo medio hasta el hombro, lo tomé del cuello con mis dos manos y lo besé.

Me agarró de la cintura y espalda y recostó sobre el suelo.

Era cálido, como el agua, tenia unos pocos centímetros de lleno, mi cabello mojado se extendía en la tina, el estaba sobre mi, su piel morena ahora era salpicada tiernamente por el agua en su espalda, las gotas saltaban y se escurrían, entonces acarició mi cabello, bajo a mi frente y con un dedo casi sin tocarme recorrió mi nariz hasta llegar a mis labios. Yo abrí ligeramente la boca y tímidamente mi lengua toco su dedo, el jaló levemente mi labio inferior y sonreímos, siguió su trayecto hasta llegar a mis pechos, donde se detuvo y delicadamente comenzó a acariciarlos.

Gotas de su cara, que cada ves se acercaba mas a ellos comenzaron a mojarlos, entonces besó uno, y con la misma calma coloco mi pezón entre sus dientes generando un pequeño cosquilleo que acompañaba una extraña sensación, paso al otro e hizo lo mismo, bajo mas y con su nariz recorrió todo mi abdomen hasta llegar a su fin.

Regresó frente a mi, nos besamos y tiernamente mientras mis piernas estaban abiertas, el se introdujo en mi.

Mi espalda se arqueó
Mi cuello se elevó y al mismo tiempo que empujaba el piso con mis manos, mis ojos se cerraron y mi cabeza se hizo hacia atrás.

Respire profundo y dirigí mis manos hacia su espalda y cabello que se encontraban cada ves mas cerca al besar mi cuello y boca.

Mis piernas lo rodearon y mientras el agua caía sobre nosotros, el comenzó a moverse hacia el frente y hacia atrás.

Intenté contenerme y regular mi respiración pero fue inútil.

Abrí la boca y deje salir un pequeño sonido.

Mi respiración pesada, difícil y levemente sofocante, hacia que mi abdomen se retorciera más.
Él siguió, la sensación era inevitable, continua y profunda, y de un ritmo cada vez más rápido bajo a uno mas lento, lo que hizo a mi espalda, cuello y cabeza subir y bajar en forma de "S" sin control.
Con los ojos cerrados, la boca abierta y pronunciando su nombre, me aferre a él y mientras acariciaba con una mano mi cabello y con la otra mi clítoris, me llevo a un nivel de placer que sólo pudo traerme el mejor orgasmo.

Sus gemidos eran irresistibles, graves, rasposos y mientras estábamos el uno frente al otro, abrimos los ojos y como nunca antes deje escapar un grito que no pude contener generando la falla de todos mis músculos lo que me provocó desplomar en el suelo lleno de agua.

Cerré los ojos una vez más y me besó entre gemidos.
Mis pies estaban en fuego, sus brazos, a los lados de mi cara. Sosteniéndose sobre mi, le tome el cabello y mientras salía de mi, lo giré.

Estaba incada, él se levantó un poco y se recargó contra la estructura de la tina.

Me encontraba entre sus piernas, con el agua cayendo sobre mí.

Mi cabello escurría dócilmente sobre mi rostro mojado, y las pequeñas gotas de todo mi cuerpo lo recorrían como diamantes.
El se encontraba exhausto pero no vencido, así que me incline hacia su abdomen y con mi mano mojada comencé a acariciar su miembro, mi otra mano se unió, y mientras lo veía mover su espalda, cuello y cabeza supe que lo estaba haciendo bien.

Abrió la boca y mientras tenía los ojos cerrados comencé a recorrerlo con mi lengua desde el ombligo, pasando por el centro de su abdomen y pectorales hasta llegar a su boca dónde lo besé.
Sus manos se dirigieron a mi cabello y mientras lo tomaba me regresó el beso innumerables veces.

Me alejé y dirigí mi cara hacia donde estaban mis manos, donde comencé a introducir su pene en mi boca.
Al principio el movimiento fue lento, no hizo falta escupirle, puesto que ya estaba muy mojado, lo que mejoró las cosas, entonces comencé a acelerar.

El se retorcía lentamente con los ojos cerrados y la boca apretada.
Continúe unos minutos hasta que me detuvo.

Entonces se paró y me volteó; estábamos de frente a la regadera y con sutileza tomo mi muslo derecho, el cual levantó de lado hasta recargarlo con la puerta de cristal.
Me dejo toda expuesta, me sostuve de las manijas del agua y la pared y sin esperarlo regresó a mi.

Lance un gemido al aire que no paró con mi respiración entre cortada. Y mientras el sostenía mi pierna los dos nos movimos haciendo que él entrara y casi saliera fácilmente repetidas veces, con su otra mano tomó mi pecho y con su boca, comenzó a besar mi hombro y espalda.

Quise tirarme al suelo, puesto que era demasiado placer, así que apreté mis ojos y dirigí mi mano izquierda hacia la de el, que momentáneamente soltó mi busto y me sostuvo con los dedos entrelazados a los míos.

El agua nos caía continuamente lubricando nuestros cuerpos...

Mi cabello suelto rosando mi espalda y el suyo escurriendo sobre mí nos llevo al punto máximo de la unión.

Los dos gritamos al unísono, mis piernas se doblaron todas y pude sentirlo casi desvanecerse, entonces, rápidamente sacó su miembro y lo descargó sobre mi espalda.

Su semen comenzó a escurrir ligeramente sobre mi cuerpo dirigiéndose hacia mi trasero.

Baje mi pierna y me dirigí hacia él, quien ágilmente se agachó a besarme mientras me rodeaba enteramente con sus brazos.

Dejamos correr el agua unos minutos en lo que nos besábamos. Seguido a esto nos separamos, él cerro la llave de agua y se dirigió a abrir las puertas de cristal que estaban llenas de manos y marcas corporales por habernos apoyado sobre ellas.
Salí de la regadera y seguido salió él.
El sol iluminó toda el agua que gentilmente se deslizaba hacia el suelo, tornando su piel morena en color dorado y la mía mas clara de lo que ya era.

En eso me levantó, abrió la puerta y llevo a la cama donde nos recostamos.
Yo sobre su brazo y él con su cabeza recargada contra la mía, dónde esperamos a morir en nuestro eterno amor.
Pues el final... Era inminente.

DrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora