LA EXTRAÑA DESAPARICION DE MR CLAYTON (sebastián1)

La desaparición

Según entre ese día en la tienda de antigüedades, donde trabajaba, me encontré como de costumbre al señor Clayton detrás de su mostrador. Él era el dueño de la tienda, tenia el cuerpo robusto y un gran bigote, ya canoso por la edad. En ese momento limpiaba,lo que parecía un jarrón antiguo chino. Subió la mirada para verme y comenzó a decirme cual era mi tarea en ese día.

Pasadas unas horas estaba limpiando el fondo de la tienda, cuando escucho al señor Clayton gritarle a alguien, "que se marchara de la tienda, que ahí no era bien recibido". Salí corriendo hacia el mostrador, y pude ver a un hombre alto, con una capa negra desgarbado dirigiéndose a la puerta de la tienda dispuesto a salir. El señor Clayton y yo lo mirábamos mientras salía. 

Una vez se fue, yo le pregunte de manera impaciente al señor Clayton: 

-¿Quien era ese hombre señor Clayton? 

-Muchacho, nadie que te pueda interesar, ni te importa, sigue con tus tareas-me respondió con brusquedad.

- Pero, señor ¿Por qué usted le grito que aquí, no es bien recibido?-seguía insistiendo yo con pesadez.

- Muchacho curioso, no te metas en lo que no te llaman. 

Con esas palabras impertinentes me dirigió una mirada fulminante. Así que dando de lado a mi curiosidad innata, me fui a seguir con mi trabajo. Cuando por fin dieron las tres de la tarde, cerramos la tienda, como de costumbre el señor Clayton me acompaño a casa. Mientras avanzábamos por el camino pedregoso, intente sacar la conversación del señor de la capucha negra, pero él se negaba rotundamente a hablar acerca de eso. Por lo tanto los dos caminábamos en absoluto silencio, hasta que llegamos. Me dejo en la entrada de mi casa y él se fue por su camino.

Entre en casa, y me embargo el olor a sopa de pollo recién hecha, era mi comida preferida, me calentaba el cuerpo después de tenerlo entumecido del gélido frio del invierno. Mama me cogió el abrigo y la bufanda y me dio un beso en la mejilla. En el recibidor todo era calidez, al ser una casa pequeña era muy acogedora. Camine junto a mi madre al comedor. 

Cuando mire a la mesa ahí estaba mi familia, todos sentado en ella,  esperándome, mi padre se ponía siempre enfrente de mama a los dos lado de la mesa y nosotros en los laterales. Mientras tomábamos la cena, le conté a mi familia, lo que me había pasado en el trabajo ese día, y que el señor Clayton echo de la tienda a un señor con una apariencia, para mi gusto un tanto misteriosa.

Mi padre que de curioso tiene poco no le dio importancia y dijo que "podía ser un vendedor que estafo al señor Clayton alguna vez" ,yo le conteste que no creía que eso fuera posible, porque cuando mire al señor Clayton mientras el otro caballero se marchaba tenía como una mirada de pena y añoranza.

A esto mi padre me respondió que como siempre yo tenía mucha fantasía, tuve la sensación de que mi padre sabía algo mas pero me mantuve callado y cambie la conversación, preguntándole a mi madre como le había ido esa mañana.

Esa noche, se me estaba haciendo muy difícil dormir, presentía que algo malo iba a ocurrir. El aspecto del caballero de la capucha negra me daba mala sensación, y dándole vueltas incesantes a ese tema, se me fueron cerrando los ojos.

 A la mañana siguiente esperando en la puerta de la tienda, había pasado media hora y el señor Clayton no aparecía, era muy extraño el es muy puntual. Casi siempre era yo el que llegaba tarde, aunque no es algo de lo que me sienta orgulloso. Ya iba a sentarme, en el escalón  de la tienda cuando veo que viene hacia mí un niño, de mi edad, corriendo, el niño llega a mi y pone su mano en mi hombro.

A los minutos ya podía respirar con normalidad, y me contó que el señor Clayton llevaba desaparecido desde la noche.  No había vuelto a casa después de dejarme a mí. Me quede pálido, de repente lo primero que se me vino a la mente, fue el caballero de la capa negra, seguro que era el culpable de lo que le había pasado.

El niño que me dio esta noticia, se llamaba Joan. Él es vecino del señor Clayton, parece ser, según me contaba que la hermana del señor Clayton, aviso a la madre de Joan y le pidió el favor si él podía venir a avisarme.

Después de contarme esto, le di las gracias y se marcho. Yo me di la vuelta y empecé a caminar para volver a mi casa, pero pensé en hacer algo mejor que eso, iba a ir a la casa del señor Clayton. Queria hablar con su hermana y contarle lo sucedido con ese caballero extraño de la capucha negra, que apareció en la tienda.