El amor es lindo, las personas no!
Creo que eso lo había leído en algún lugar, y es cierto, porque cuando Edward y yo estábamos juntos era perfecto y fue muy sencilla la manera él destruyó todo.
Osea fue una persona quien destruyó el amor.
No la culpo a ella (la chica de quien Edward se enamoro) lo culpo a el, pero mas que todo a mi, no se que fue lo que hice para el que se fuera.Ya ahora han transcurrido 6 meses desde no nos hablamos, no nos vemos, nada ha pasado, no se de su vida ni el de la mía.
Pero siento que lo supere y lo sabre de una manera más segura cuando lo vea pasar y no sentir nada, no sentir el zoológico, no sentir el vacío, no sentir el corazón salirse, tal y como la primera vez que lo vi.
Ahora estoy conociendo a un chico, se llama Daniels, no somos nada.
No todavía.
No puedo abrir mi corazón tan fácil, no volveré a pasar por lo mismo, no mas.Hoy veré a Daniels, me invito a Starbucks. Así que me empiezo a alistar.
Tome una ducha con agua caliente que recorría mi cuerpo y me relajaba. Salí y me coloque una blusa de cuadros, un Jeans azul y mis converse blancas. Me seque el pelo un poco con la toalla y listo, mis colonos caían perfecto sobre mis hombros, después me puse un poco de corrector, encrespador y labial y ya completamente lista.
Tome mis llaves y mi celular, más dinero y salí de mi casa rumbo a Starbucks. Camine unos 500 metros, estaba agotada, pero al fin llegue.
Daniels ya había llegado y tenia una rosa blanca, se veía perfecto. Alto, ojos verdes, cabello negro, y olía como el cielo.
"Ah Hola Mia" (me entrega la rosa)
"Hola Dan, gracias"
" Entramos?"
"Vamos"
Una vez en la mesa, el pido la orden, charlamos, todo estaba saliendo perfecto. Era la primera vez en mucho tiempo que volvía a socializar con un hombre y Daniels era diferente.
"Mia que te pareció el capuchino?"
"De verdad muy delicioso"
Cuando termine de decir la frase alguien entra, volteo a ver y no puedo creer lo que mis ojos ven, porque esta aquí, en este momento, que no me vea. La primera vez que salgo con un chico o le hablo al menos a uno y aparece él.
Que suerte la mía.