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si kunhang pudiera escaparse con él le hablaría, porque sabe que aceptaría en un segundo.

solamente ellos dos, porque yangyang siempre accede a sus pedidos y lo recibe en su hogar y en su habitación, no importa si en su cuerpo está impregnado el aroma de su otro único amor. y es la verdad, porque su sistema dice de no necesitar otro, pero sabe que el muchacho es su secreto.

él está solo, a su espera y la mente de kunhang lo dirige hacia él.

cómo todos los viernes, en la tranquilidad de la noche se escucha el timbre de su casa avisando que hay alguien en la puerta y yangyang se emociona ante su llegada, sabe que kunhang le mintió a su novio diciéndole que esos días debía trabajar unas horas extras y el mayor no pregunta más, dejándolo libre por el resto de la noche.

el menor le abre la puerta y lo ve, el hombre que siempre vuelve, con su pelo oscuro que cada vez está más largo, esta vez rozando sus hombros y esos ojos que le derretían y podían manipularlo al gusto de quién los poseía.

yangyang le dedica una sonrisa, mostrando sus dientitos. simplemente estaba perdido por el mayor y era una pesadilla saber que no podía tenerlo para él solo, que tenía que compartirlo pero se conformaba con saber que siempre volvía.

kunhang le responde con una voz sutil y se mete a la casa que conocía a la perfección, deja su mochila en el sillón que fue testigo de sus noches y se despoja de su abrigo para después abrazar al chico que lo mira expectante ante todos sus movimientos.

"¿cómo estás? ¿cómo te fue hoy?" pregunta el menor mirándolo a los ojos. los de él están llenos de devoción, pero no sabía leer los de kunhang.

"bien, nada nuevo" dijo sin expresar tanto sobre su jornada laboral pero cambiando de tema, llevando sus manos a las mejillas de yangyang y acariciándolas "te extrañé toda la semana".

"yo siempre te extraño" le contestó con sus manos sobre las del pelinegro, casi intentando aferrarse a él, con miedo de que se vaya.

"perdón cariño, ya sabes cómo son las cosas" se excusó, juntó sus frentes, rozando sus narices, intercambiando la respiración.

kunhang no podía aceptar su realidad y esa es su relación con xiaojun. si sabía que siempre volvía, ¿por qué no podía estar libremente con otra persona?

"ya sé cómo son las cosas" suspiró yangyang con un aire de cansancio, una parte de él moría cada vez que pasaban por esa situación, pero no podía apartarse. temía hacerlo.

el mayor lo beso lentamente, como queriendo pedir perdón, como siempre lo hace en vez de aceptar sus errores y lidiar con las consecuencias. le dolía al rubio, porque aceptaba y le gustaba su cariño.

sus manos abandonaron sus mejillas para dirigirse a la cintura del contrario, acercándose a su anatomía y acariciando la de él. yangyang amaba la sensación de protección que kunhang le brindaba, sabía cómo tocar la sensibilidad de su alma con palabras que solo él sabía decirle. aferró sus manos al cuello de su amado, con miedo de que rompa el beso y tenga que esperar días para volver a verlo.

sus pulmones empezaron a pedir oxígeno y tuvieron que separarse, pero la noche recién empezaba y yangyang sabía que hoy no iba a estar solo y sin calor como el resto de la semana.

después de la cena que yangyang preparó con kunhang abrazándolo por detrás y dejando fugaces besos en su cuello y sus labios, se recostaron en el sillón donde prendieron la televisión y pusieron una película.

cada vez que llegaba ese momento de la noche el menor se sentía como la primera vez que se conocieron, cuando estaban en diferentes años en la escuela secundaria y como se escapaban de clases para estar recostados en el patio, ignorando sus obligaciones y dándose muestras de afecto. fue su primer amor, el que le comunicó su cariño a través de sus labios, con el que llevó a cabo sus travesuras, al que le permitió llegar a lo más profundo de su alma. todo eso no se borró con los años, yangyang estaba convencido de que kunhang fue su hombre, es y que será siempre el único.

estrellas . ♡ HENYANGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora