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Mi nombre es Win y trabajo en una tienda de sexo shop

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Mi nombre es Win y trabajo en una tienda de sexo shop. Desde hace buen tiempo había pensado en comprarme un vibrador o varios para autocomplacerme y darme placer. Deseaba darme penetraciones anales cuando lo deseara y así también aprovechar los descuentos en los artículos que venden en la tienda donde trabajó, usualmente veo a las chicas entrar por dildos o vibradores pero siempre me he preguntado si uno real es mejor.

Aquel día marchaba todo bien en mi trabajo hasta que vi entrar a un hombre que parecía seguro de lo que buscaba, estuvo un buen rato husmeando y tomando cosas mientras yo separaba los precios de los nuevos artículos que nos acababan de llegar a la tienda. Hasta que se acerca aquel hombre y sin hablarme me entrega sus productos, fue cuando mis ojos se abrieron viendo que tenía bastantes cosas, tendré que admitir que había cosas que ni sabía que existían. Al terminar de contabilizar su compra le dije su total, pagó y se marchó sin decir nada.

Era sábado y era mi día libre así que toda la mañana me la pasé leyendo mangas yaoi, fue cuando comencé a analizar cada cosa de esas historias fue cuando me entraron unas inmensas ganas de sacarme yo mismo la virginidad ya que aún con veintidós años soy virgen porque siempre me ha dado miedo a qué me lastimaran. Así que rápidamente me cambie y salí con mi billetera hacia la tienda donde trabajo, hoy le tocaba a mi amigo Dante el turno. Llegué a la tienda y me puse a mirar la sección de las películas que están en las estantería enfocandome en la seccion gay, fue cuando sentí a una persona al lado mío, era el hombre de la otra vez, quien se había dado cuenta de que yo ponía especial atención en las películas de gay, juego de roles, y bdsm, comenzó a pasar junto a mi haciendo notar discretamente que a él también le interesa el tema.

Así estuve mirando esas películas por lo menos media hora, luego me dirijo a la sección donde se encuentran los vibradores fue cuando me decido a escoger tres diferentes modelos uno con ventosa para ponerlo en la ducha si me gustaba la penetración y usarlo mientras me ducho, otro de tamaño medio a pilas y uno más grande para poder disfrutar una polla de gran tamaño dentro de mi culo siempre que quiera, las clientas dicen que es más rico algo de tamaño mayor pero no sé.

_¿Te gusta las cosas grandes, no? Me habló aquel hombre

_¿Perdona? Respondí

_No me mal intérpretes, pero si te gustan las cosas así de grandes para tu primera vez te podrías lastimar, lo sabes ¿no?

Ese hombre vestido de traje, como supo que sería mi primera vez o porque le interesa, lo mire de arriba abajo con cara extrañada poco a poco sonrojándome por la pregunta

_Hmmm dije

El hombre empezó a reír sin parar haciéndome avergonzar

_Para por favor nos están viendo, le dije acurrucado en su pecho por la vergüenza.

Veía a la gente verme raro desde la perspectiva del saco de ese hombre

— Vamos, dijo

Lo mire y me dirigió hacia la caja viendo como sacaba las cosas de mi carrito y pagaba él. Yo no tenía tanto dinero, pero con los descuentos por trabajar alli me reducían el costo, el hombre sonrío viéndome de entre ojo, me tomó la mano y me saco de allí con una bolsa llena de juguetes y películas porno

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