Cassandra Quinn tenía un plan de tres fases.
Uno, pasar sus exámenes.
Dos, graduarse de Yale con un título en derecho.
Tres, mudarse a Nueva York y trabajar como abogada.
Ese era su plan. Lo tenía todo planeado desde sus 10 años.
Pero eso fue an...
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—Por favor—, me arrastré mientras miraba a Jess con un puchero en mis labios. Su brazo pasó alrededor de mi hombro mientras caminábamos por la ciudad en la mañana de un jueves. Llevaba un abrigo negro largo que rodeaba mi uniforme escolar para mantenerme caliente del aire frío de diciembre.
Observé mis pasos para asegurarme de que mis zapatos no quedaran completamente empapados accidentalmente por charcos de nieve derretida. Jess me miró con un movimiento de cabeza. Su chaqueta de cuero oscuro colgaba de sus hombros mientras me sonreía.
—Te lo dije, no voy a ir a ese estúpido carnaval de invierno—. Repitió sus palabras. Estuve tratando de que aceptara ir conmigo, pero parecía tan inflexible en no hacerlo.
Envolví mi brazo alrededor de su cintura mientras hablaba.—¿Pero por qué no?
—Porque estas cosas son estúpidas—, dice como si fuera obvio.
Gimo ante sus palabras. —Pero es el Carnaval de Invierno de Stars Hollow High— enfatizo con la esperanza de que cambie de opinión.
—¿Y? Es solo invierno—, respondió mientras me separaba de él. Ambos nos detenemos cuando nos enfrentamos. Los dos nos paramos en el medio de la plaza del pueblo.
Abriendo mis brazos, hago un gesto hacia nuestro entorno. Todos los árboles estaban cubiertos de una capa de nieve y el suelo estaba cubierto de blanco. Había luces envueltas alrededor de la glorieta mientras la gente hacía decoraciones avanzadas para esta noche. No importa dónde miraras, no podías escapar de la hermosa vista de la nieve blanca y pura.
—Es solo invierno—, me burlé en su voz con una burla. —¡Mira a tu alrededor! Es la mejor época del año.
Jess caminó hacia mí y me dio un beso en la mejilla antes de continuar caminando hacia Luke's para desayunar. —Solo dices eso porque recibes regalos en Navidad.
—No, no es cierto, —discuto mientras tomo su cálida mano en la mía. —Solo ven conmigo esta noche, tendrán comida basura y juegos basura. ¡Sabes cuánto amamos los juegos basura!
—No—, comienza con una mirada hacia mí. —Sé cuánto te gustan los juegos basura.
Me burlo de sus palabras y ruedo los ojos. —Estás amargado porque soy mejor con ellos que tú.
—Esa es la peor mentira que he escuchado—. Él responde con una sonrisa. Ambos sabemos que puedo vencerte en cualquier juego.
—Bueno, entonces, ¿por qué no vienes esta noche y lo demuestras?— Lo desafié mientras levantaba una ceja.
Jess deja escapar un suspiro cuando ambos nos detenemos frente a la carretera. Me da la vuelta para que estemos uno frente al otro. —Entré justo en ese ¿no?
—Sí— dije con aire de suficiencia. Toma las correas de la mochila que descansaba sobre mis hombros, acercándome a él.
—¿Qué tal si te encuentras con Lane y Rory allí y nos juntamos más tarde?—, ofreció con una sonrisa alentadora.
