La bufanda y el saco (Extended version)

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—Félix ¿Por qué trae ese "hombre" tu saco?— cuestionó quien se hacía llamar mi madre.

Dicen que la muerte misma es la que le da valor a la vida. Yo en ese momento fue que vi toda la vida que había construido esos últimos meses, desmoronarse frente a mí. El terror me cubrió por completo y yo sentía que la vida se me iba de las manos.

Sólo tenía 21 años, y no tenía ni una maldita idea de cómo proteger a Luka de mi desgraciada familia.

Apreté mis labios un segundo y con todo el dolor de mi corazón, me decidí por soltar aquella frase.

—Es una parecida a la mía, madre, yo jamás le daría al...— Y en aquel desgraciaos instante, escuché el saco caer contra un charco de agua. Para cuando volteé a ver Luka ya se iba lejos de mí y la prenda que le acababa de dar hacia unos minutos estaba totalmente empapada de agua.

Quise seguirlo, pero sabía que la mirada amenazante de mi madre aún seguía sobre Luka, viéndolo con desdén y repudio por haber "desviado" y "distraído" a su hijo de sus labores.

—Bien, madre, ahí la prueba.— Tenía ganas de escupirle en la cara. Quería incluso golpearle el rostro, y lo peor es que no sentía vergüenza alguna por atreverme a pensar aquello.— Ahí está el maldito saco que decías que era mío, tirado en el suelo, y a mí valiéndome un comino ¿Estás feliz?

Mi pecho subía y bajaba del coraje, mi tono de voz fue brusco y alto, y mi mirada no escondía ni un gramo de repudio del que ahora sentía por ella.

Mi madre nada más alzó una ceja y rodó los ojos.

—¿Feliz? Ve tu aspecto, pareces pordiosero. Mandare al chofer a que te recojan y compran unas prendas, tenemos hoy una reunión con tu abuelo.

Y así como llegó de la nada, la mujer sólo me dio la espalda y siguió su trayecto. Me abandonó ahí, habiendo destruido mi vida y aún así sin seguir satisfecha. Vi el saco en el piso y lo levanté ¿Ahora que haría con esta porquería?







La vida se podía pasar en automático, no almacenabas ninguna recuerdo durante su trayecto, ni tampoco sentías nada al respecto.

Hoy no era un día distinto a los otros de mis últimos dos años sin él. Mi primo rebozaba de felicidad frente mío, siendo incuestionablemente el favorito de la familia y el orgullo de esta. Modelo, joven millonario, el filántropo que necesitaba este estúpido apellido para tener una buena imagen ante la sociedad y con una novia a la cual amaba y ¡Sorpresa! La familia amaba también.

No podía evitar sentir cierto odio y envidia hacia él.

—Félix ¿Está todo bien? No le has dado ni un bocado a tu comida.— De repente el "ángel" Adrien, destacó el hecho frente a todos en la mesa. Encajé mi tenedor con fuerza sobre una aceituna y me lo llevé a la boca.

—En eso trabajo.— Adrien no quitó su mirada de preocupación mientras Emilie lo abrazó con efusividad.

—Ay, mi hijo, siempre preocupándote por tu primo y él siempre de grosero.— dijo su madre haciendo un falso puchero bastante molesto.— Pero entiendo, después de todo si yo fuera tu prima también te tendría mucha envidia.

Ha decir verdad, sí, sí me sentía así.

—¿Envidia?— respondió mi madre.— Mi Félix no tiene nada que envidiarle a tu hijo. No les había mencionado nada porque no quería opacar el reciente viaje de Adrien a los Estados Unidos, pero Félix ya está terminando en acuerdos con la familia Bourgeois para casarse con su hija; y traernos al primer De Vanily de su generación ¿No es eso maravilloso, padre?

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⏰ Última actualización: Aug 14, 2022 ⏰

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A Luka no le gusta la astronomía (OS Feluka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora