Desde que te conocí
no sales de mi mente.
Ese recuerdo que aún
tengo presente,
en mi pecho latente.
Cada día me cautivas más,
con los regalos que me das.
Perdona mi ignorancia,
a veces no me doy cuenta.
Eres el fuego que enciende mi corazón sin consumirlo.
Tus besos son tan delicados como los pétalos de una rosa.
Las caricias que das,
son el consuelo para mis tristezas.
Con una sola palabra, ya estoy a tu disposición . Tu voz estremece todo mi ser tal como un temblor de tierra.
Un abrazo tuyo es lo más que anhelo. Ahí descansaré en paz.
En tu mirada veo amor desbordante, dulzura por mi.
Pero también dolor, uno que hasta yo misma te causo.
Al fin y al cabo me perdonas,
me amas con locura.
Por eso de ti estar lejos jamás.
Lucharé para que este amor que nos tenemos sea eterno.
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