POV JOY
Me encontraba caminando rumbo a la casa de Ashley. Habían pasado ya algunos años, ahora tenía 18 años, pasaron 36 meses en los que me he dedicado a escribirle más canciones a una persona en especial, una chica.Tenía miedo, ya que mis padres y nuestra religión dictaban una cosa, aunque lo que yo sentía era otra diferente, simplemente era ella...
Llegué a su casa y toqué la puerta; me abrió mi segunda madre
-Mi amor, pasa -me abrazó- supongo que vienes a ver a Ashley -asentí- está arriba, pasa
-Gracias señora Mathi
Comencé a subir y caminé hasta la habitación de Ash, toqué muy leve pero lo hice y pegué mi oído a la puerta
-No ma, te he dicho que no tengo ganas de comer hoy
Volví a tocar y pude escuchar un suspiro de pesadez por su parte, en segundos abrió la puerta de golpe y volvió a casi gritar
-No quiero com....- abrió los ojos grandemente- Oh Joy, eres tú bebé -me abrazó fuerte aún en el marco de la puerta
Pasamos abrazadas, ella cerró la puerta tras de nosotras y así abrazadas caminamos hasta llegar al borde de su cama, donde ella cayó primero y yo caí sobre ella
Me elevé un poco, y noté ese lindo marrón de sus ojos viéndome fijamente a mis ojos, tras un cosquilleo en mi estómago, me hice de lado y me senté en su cama mientras ella seguía acostada boca arriba
-¿Por qué no quieres comer?
-Ah, es que no tengo apetito hoy
-Ash...
-Joy...
-Ashley Grace
-Joy Huerta
-Déjate de payasadas Pérez -encarné una ceja y me puse a horcajadas sobre ella
-¿Q.... Qué haces Joy? -dijo Ashley tartamudeando-
-Por qué...-agarré con una de mis manos su muñeca sobre la cama- demonios no... -agarré la otra- quieres... -hice presión- ...comer?
Ashley solo me veía fijamente a los ojos, hasta que cambió esa mirada hipnotizada a una retadora
-Ashley... no... te atrev....-me interrumpió y sin pensarlo más, dio una hábil vuelta en donde quedamos en las mismas posiciones pero ahora invertidas, ahora ella quedó sobre mí a horcajadas encarcelando mis muñecas sobre la cama
Me miraba fijamente y me maldije por ser tan débil ante su mirada café. Sentí como sus dedos los entrelazó con los míos y permanecimos así en silencio mientras nos veíamos, llegando al punto en que su mirada bajó hasta...¿mis labios?
Mi mirada sólo veía la suya mirando mis labios y me tenté de repente, quería....
Yo quería....
¿Que me besara?
Por Dios, es mi mejor amiga, pero moría por que me besara en este momento.
En un santiamén de segundos, estaba soñando, estaba perdida. Una suavidad tocaban y rosaban mis labios, era ella, era Ashley quien me besó y lo hacía muy bien, nuestros labios encajaron perfectamente como dos piezas de puzzles perdidas
-Pe perdón.... Yo, perdóname Joy -me dijo Ashley enseguida al separarse y ponerse de pie para no estar sobre mi
-¿Qué ocurrió? -me atreví a preguntar
-Mmm ¿te besé? -rodeé los ojos mientras ella intentaba no reírse
-Eso está claro Ashley, pero pero... ¿Por qué?