Estaba cansado, realmente cansado, si tuviera más valor, mandaría toda esa bola de junta directiva a la mierda. La paciencia se le empezaba a mermar, el dolor golpeaba su cabeza como si de un martillo contra una tabla se tratara, no soportaba la algarabía que el lugar componía, palabras difusas se dirigían a él, pero no podía, no podía escuchar, se encontraba encadenado a sus pensamientos mientras el sufrimiento lo atormentaba.
— Incongruente, la taza de ventas ha disminuido este mes en un 28% aproximadamente, pero no es de gran relevancia alarmarse.
— Muchachos, deberíamos poner en cuestionamiento el nuevo modelo V25, la lista de quejas a crecido a gran paso, aquellos robot's domésticos con su nuevo potenciador no tienen cabida en el mundo de lo doméstico.
— Propongo que pongamos en juego la
Biotecnología moderna, un buen ser artificial funcionaría correctamente con extremidades humanas, explícitamente órganos.Maldito sea el día que decidió seguir el camino de su padre. El plausible Jeon Jeongguk se estaba derrumbando, cayendo en picada hacía la miseria mental. Era cómico, creía poder tener el mundo en sus manos sin borrar su encandilante sonrisa, su orgullo fué pisado al saber que este se le estaba yendo de las manos, ¿qué mas podía hacer?, detenerse a llorar no era una opción, nadie se detendría a levantarlo. Primera regla para el éxito garantizado "01: Jamás derramar una lágrima, es un punto débil donde el enemigo puede apuñalarte" y es que así era, su mundo era una tabla de ajedrez donde estaba en juego su éxito, caer no era parte de su plan, jamás.
— Señor Jeon. — sus ojos se enfocaron en la fémina de falda corta que buscaba su atención. Cabello corto, piernas largas, labios rojos, en conclusión, su secretaria personal y laboral, cabe decir que humana, gran detalle — Su padre lo llama, lo espera en su oficina.
— Voy — Poniéndose de pie, golpeó impetuoso el roble de la deslumbrante mesa acaparando la atención completa — Saquen del mercado a esa basura de V25 — refrendó y así fué como abandonó el lugar.
El sudor frío recorría su frente, sus labios pagaban las consecuencias de su tumulto de nervios, estaba enloquecido internamente. La idea de ver a su padre era apabullante, ellos dos en una habitación a solas era una futura discusión, y creo que saben quién es el ganador de esta. Demonios, aborrecía en gran cantidad la sola presencia de su progenitor, se preguntaba como una basura de 1.69 podía mandarlo a comer mierda tan fácilmente sin pelos en la lengua.
La puerta de deslizó pudiendo vislumbrar la infima figura de su padre bajo las penumbras de la noche, la luna era la única iluminación con la que contaba esa oficina y agradeció por eso, ya que chocaría con lo primero que se topara frente a él si no fuera de esa manera. Permanecía un sepulcral silencio, tan aterrador que por un instante creyó que su padre lo tenía ahí simplemente para intimidarlo, todo era un chiste mal contado.
— Estuve meditando sobre tu posible matrimonio.
Y ahí viene el tema que le produce insomnio por las noches.
— No, detente.
— Sabes que debes mantener el imperio Jeon, el que tu abuelo se ha tomado tanta molestias de construir. No nos decepciones, jóven.
— No la amo, padre.
— Irrelevante, tampoco amé a tu madre, y aquí estás, en carne y hueso.
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The robot | taekook
Romance❝ Deseaban romper todas las leyes de la naturaleza y sociedad, un humano y robot jamás podrían amarse, ellos pensaron que sí ❞. Historia de mi autoridad. No permito copias ni adaptaciones sin mi consentimiento.