El ingeniero más apuesto, padre de Nong Hom y novio del Nong de Arquitectura

▪️◾1° ESCENA◾▪️

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[PRIMERA ESCENA]

Pran

Me decían que no existe ningún secreto en el mundo. Siempre que dos o más personas lo conozcan, ya no se considera un secreto.

No soy una persona que esconda secretos. No es divertido tener que esconder algo. Al nacer un secreto, sabes que habrá problemas más difíciles después. No sé por qué, pero desde que tengo memoria siempre he guardado uno conmigo. Es un secreto que no conocen más de dos personas.

Era un secreto que no estaba destinado a nacer. Pero hasta ahora he hecho hasta lo imposible para que no sea revelado. Tal vez porque tenía miedo... miedo a que si lo descubren. Entonces... algo desaparecería.

-¡Pran! ¡¡Ten cuidado atrás de ti!!-

*¡Phup! ¡¡Ruido!!*

El grito de este tipo vino desde atrás. Así logré desviar el golpe automáticamente. El cuerpo del oponente pasó rápidamente a mi lado en donde originalmente yo había estado parado. Y cayó al suelo debido a que me moví y el golpe no llegó, lo que hizo que este perdiera el equilibrio.

Se volteó enojado mirándome y se dirigió hacia mí con su puño tan apretado que se notaba que incluso estaba temblando, preparándose para golpearme en el borde de la mandíbula.

Agarré equilibrio, me incliné un poco, incliné la cara hasta que llegara a estar cerca de mi puño. Antes de lanzar un puñetazo directamente debajo del mentón de la otra persona.

Estaba jadeando, intentando respirar, al tratar de darme la vuelta para seguir, sentí una fuerza que me hizo dar un paso hacia el frente.

-¡Ugh!-

-¡Pran!-

Debo haberme mantenido/quedado quieto durante mucho tiempo pues recibí un golpe en la espalda, el pie de alguien se estrelló con fuerza contra mi, seguido de un fuerte puñetazo en la comisura de mi boca, caí al suelo y me retorcí de dolor al recibir el duro impacto del suelo contra mi brazo. Al mirar hacia arriba, vi a un bastardo, rápidamente se apresuró a sostenerme y me pateó.

Escupí la saliva ensangrentada al suelo. Limpié el líquido que había en mis labios, sacudiendo mi ropa casualmente, me levanté con dificultad incluso con ayuda de mi mejor amigo.