El ingeniero más apuesto, padre de Nong Hom y novio del Nong de Arquitectura

▪️◾TURN UP THE HEAT◾▪️

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[SUBIR LA TEMPERATURA]

Pat

Pran siempre ha sido terco y de vez en cuando callado.

No tengo ni idea en qué momento comencé a conocerlo tan bien. Pero acerté al suponer que como no había nadie en casa, el tipo terco que estudió en el extranjero estaría trabajando todo el día y toda la noche sin dormir.

Mi relación con la familia de Pran ha mejorado poco a poco desde antes de que su único hijo regresara a Tailandia. Aun así, sigo siendo muy considerado con kung Pakorn. No soy tan atrevido como para actuar como su yerno. A parte de Pran, nadie ha visto mi verdadero yo y sin importar cuánto tiempo hubiera pasado, seguía siendo el mismo Pat que lo hacia suspirar exhausto, aquel que sigue enamorado de Pran. Ahora, no podría decir quien tiene sentimientos mayores por el otro.

Cuando los padres de Pran están en su casa, no puedo ir a ver a Pran con tanta frecuencia como quiero, aunque ya no entro a escondidas como antes. Pero cuando mi amante está solo, es la excepción.

-Pran, primero tenemos que lavar tu cuerpo.-

Baje las luces de la habitación a un tono tenue naranja mientras entraba con un cuenco de agua tibia. Pran aún continúa enfermo y durante estos tres días su estado no ha mejorado. Afortunadamente, su fiebre no ha empeorado. Todavía estoy con la ropa de trabajo, con las mangas de la camiseta subidas hasta el codo y con los mismos pantalones que usé para ir a las reuniones desde temprano por la mañana. Lo único que me quite cuando llegue a su casa fueron los calcetines y luego prepare sus medicinas y la cena para Pran antes de ver por mí mismo.

El enfermo abrió sus ojos. Se dio la vuelta y el parche para aliviar la fiebre cayó al lado de la almohada.

-La fiebre es más baja que ayer.-

Pran balbuceó una respuesta. Su voz estaba tan ronca que apenas podía comunicarse con palabras. Ayer después de arrastrarlo al hospital, le dieron un par de medicamentos para calmar la fiebre.

-Necesito bañarme.- Murmuró Pran con la voz apagada.

Retire mi mano del cuenco para recoger el papel higiénico más cercano para limpiarle la nariz, el enfermo trató de darse la vuelta y evitarlo, pero le pellizque la nariz.

-Suenate la nariz.-

-Mmm.-

-No seas terco.- Lo miré con ferocidad, al final Pran accedió.