Sanguis Contractus

Capítulo III: El Ángel en la Cruz

Los Personajes de Viewfider, Crimson Spell y Hellsing NO me pertenecen, les pertenecen a sus respectivos creadores. Yo solo los uso para mí historia.
Esta historia está inspirada en la novela de Bram Stoker. Por ende, hay muchas cosas diferentes al manga de Hellsing y Finder (en este caso, más que nada las fechas de los sucesos. También hay cambio en los poderes y antepasados de algunos personajes)

Sin más aclaración, un beso y abrazos. Continuamos

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~••~•~••~

Hace muchos años, existió una profecía. Contaba la historia de la existencia de un Asesino de Reyes que vivía destruyendo castillos en el cielo. Un Asesino de Reyes, que solo vivía en la oscuridad. Pero un día aparecería un joven que le enfrentaría solo para destruirlo.

La luz y la oscuridad pelearían por permanecer al menos uno triunfador, sin embargo, algo ocurrió. El Asesino de Reyes cayó enamorado del joven cuya arma representaba una espada.
El Asesino de Reyes tenía a un niño de sus ojos capaz de calmar su calamidad interna. Cuando el niño de sus ojos murió, el juro algo....
"Sacrificaría mi vida solo para encontrarte Ángel de la espada, así sea en las siguientes vidas"

Mientras tanto, seguiría destruyendo castillos en el cielo .... Siendo un Asesino de Reyes ..... Con un único pensamiento

"Pelearé hasta morir por ti"

Esta vez..... La profecía.... Solo quizás y se cumpliría

-0-

En Algún Lugar.                  Año: 1902

Sudor perla su cuerpo, el dolor es insoportable y se encuentra solo en aquella cabaña sin que nadie le ayude y sabía que nadie le ayudaría si esto se adelantaba antes de que ella llegara, tendría que hacerlo solo entonces. Pensó en su amada esposa que debía estar preparando la cena para ella y su pequeña de 5 años Pam en el horario nipón. Se preguntó si esto que le pasaba era parte de la maldición o un castigo divino por haberse dejado llevar por sus instintos y haberse atrevido a amar a otra persona que no fuera su mujer. Cómo hubiese sido, ya no había marcha atrás.

- Dios - se queja sobre la cama apretando las sábanas ante el dolor - Esto duele mucho - sollozo

- Hei - escucho la voz de ella, entraba a su habitación totalmente encapuchada de pies a cabeza - Oh, por Dios. ¿Cuánto tiempo llevas así?

- Una hora - sollozo Hei tratando de enderezarse un poco, pero el tan solo moverse hacía que su espina dorsal doliera como el carajo - Ayudame por favor

- tranquilo, todo va a estar bien - dijo ella comenzando a sacar lo necesario para ayudar al joven híbrido - Nunca he trabajado en algo como esto por lo que tendrás que ser fuerte ¿Entiendes?

- Sí....

- Bien, prepárate - dijo la mujer

Los sollozos de Hei Takaba se volvieron gritos dolorosos y desgarradores que abundaron en cada rincón de la solitaria cabaña con ubicación desconocida. Todo se volvió un caos en un abrir y cerrar de ojos. Sus piernas yacian abiertas y él hacia su mayor esfuerzo para mantenerse consciente y que todo saliera bien.