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━━━━EN MIS MANOS.

── Sentí algo de emoción al  saber que después de estos doce años encerrada podré volver al mundo exterior. ──

-ya estás cariño?

── Pregunto Ran tomando las llaves de el auto. ──

-siiii, vam-

── Antes que pueda terminar la frase toma mí brazo. ──

-no te alejes de mí, si?

-como te dije de chiquitos, te seguiré a dónde tu vayas.

── Entrelace nuestras manos y nos dirigimos a la puerta. Era algo que odiaba, pero si esto es mi salvación. ──

── Mis manos temblaban de la felicidad que tenía, pero al observar la cara de Ran que estaba muy serio decidí callarme y tranquilizarme. ──

-no hagas nada raro, entendido?

── Me miró apretando mí mano. ──

-si Ran, ya te eh dicho que no haré nada.

-te creo... vamos entonces.

── Al abrir la puerta puede ver la luz del sol pegando a mis ojos, tape un poco el sol con mis manos, respiré profundamente y solté todo con una gran sonrisa. ──

-vamos al auto.

-oye Ran no sabía que vivíamos en un campo.

── A lo lejos se podía ver la ciudad que parecía un pequeño lugar. ──

-tu siempre quisiste vivir en el campo, te acuerdas?

-siempre lo recuerdo, con dos hijos, un gato y un perrito.

── Al subirnos al auto seguí hablando de nuestro bello futuro que me imaginé de pequeña. ──

-ponte estos anteojos y está gorra.

-ohh está bien.

── Mire a través de la ventana los hermosos árboles que soltaban sus hojas. ──

-a donde quieres ir?

-ohh, al cine estaría bien.

── Mire a Ran quien estaba concentrado conduciendo. ──

-claro una de terror.

-sii, amo las películas de terror.

── Ran despega la vista del camino y me mira tomando con unas de sus manos mí pierna, su gran mano masajeaba mí muslo suavemente. ──

después de dos horas.

-

── No pensé que nuestra casa quedaría tan lejos de la cuidad. En auto dos horoas, no me imgino caminando. ──

-sigues siendo igual de inocente.

── El suelta una leve risita, mientras estaciona en auto. Eso es lo que tu piensas bastardo. ──

-wow que distinto está todo.

── Ran salió del auto para dar la vuelta y abrirme la puerta. ──

-recuerda mujer, no te saques nunca la gorra ni los anteojos.

-ya te dije Ran, no lo haré.

-esa es mí chica.

── Beso mis labios tomando con unas de sus manos mí cintura y con su otra mano acariciando mí mentón. ──

-ran estamos en público.

𝐄𝐧 𝐦𝐢𝐬 𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 || 𝙍𝙖𝙣 𝙃𝙖𝙞𝙩𝙖𝙣𝙞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora