Parte Única

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#Prey #Homo #predatorprey #PredadorBottom #Taabe #Naru #Gay #Slash #R18

Cuando piso el planeta sintió desilusión, no había encontrado ningún rival digno, su celo pasaría pronto y a medida que pasaban los días solo encontraba presas débiles, si seguían así, su primera misión sería nunca fracaso.

Ya había sido bastante humillante que ninguno de los otro Yautja haya querido aparearse con él, aún cuando eran una raza hermafroditas.

Escucho el sonido de un animal acercarse, corría en su dirección, no era una amenaza pero debía matarlo si lo atacaba, lo tenía en la mira él...

Sintió un golpe y su casco se cayó.

Lo vio, iba sobre un animal y lanzaba gritos de gloria.

Era diferente a los demás contrincante, él le daría lucha, era una posible pareja, ojalá...

Se distrajo por unos segundos, la pequeña y débil hembra humana lo había distraído, no era una amenaza pero era tan molesta.

Sintió como era traspasado por una lanza, se sintió débil ante el otro macho, podía sentir su fuerza, era él, él era digno de ser el padre de sus cría, él traería dignidad a su raza.

Taabe esquivo los golpes del depredador con elegancia, debía mantener su mente  centrada, una distracción sería fatal, apunto con su arco y le clavo una flecha en el pecho.

Tomó una de las lanzas, iba a matarlo, iba a... Apuntó al depredador con la lanza en el cuello, el otro soltó su arma y se arrodillo.

— Al.. Alfa.

Naru se acerco a su hermano, la criatura se mantenía arrodillada y en señal de rendición, había dejado caer todas sus armas y su protectores.

Era extraordinaria, exótica, no era algo que hubiesen visto jamás, tan parecidos a ellos y a la vez tan diferente. Lo llevarían a la aldea.

Fueron recibidos con victoreos, todos le aplaudían a Taabe y a Naru, Predador solo podía seguir a Taabe.

Para cuando cayó la noche, Taabe se encontró siendo seguido a su lugar de descanso.

— Uhmm... Puedes dormir en otro lado, no tienes que estar tras de mí, solo soy tu vencedor, no tu dueño.

— Eres.. El Alfa...

— No puedo entenderte.

Cuando ambos estuvieron dentro del tipis, Taabe sintió la mano del otro pasearse por su espalda.

— ¿Qué?

La criatura esta vez se arrodilló, como si esperará algo. No podía entenderla, era como si... Como si...

— Oh, mierda!! Quieres que te coja.

Vio como los ojos le brillaron a la criatura y las pequeñas tenazas de su cara se movían, como si confirmaran lo que acababa de decir.

Esto no podía estar pasando, no podía... Sintió al predator acariciar su cara contra una de sus piernas, seduciéndole. Taabe sintió su ingle tensarse.

No podían, ambos eran machos y esta criatura que intentaba seducirle era más un animal que otra persona, pero entonces ¿por qué su cuerpo empezaba a reaccionar?

Cerro la puerta del tipis, era de él, él podía hacer lo que quisiese con él, después de todo había sido el vencedor, la excitación nublaba su juicio o quizás era ese olor dulce que lo atraía.

Predator observo la entrepierna del hombre, su Alfa ya estaba listo para fecundarlo. Se quito lo único que tapaba su cuerpo, volvió arrodillarse y esta vez pego el pecho y su cabeza al piso, ofreciéndose al humano

Taabe trago saliva al ver la posición, sabía lo que significaba, no debía, no era correcto y sin embargo sus ojos y cuerpo se llenaron de deseo

Se acerco y paso una de sus manos por la espalda de la criatura, sintió un leve temblor y fue todo, era de él. Se quito el taparrabo con velocidad, estaba erecto completamente.

Llevo su mano al trasero del otro y lo sintió, húmedo, gimió de placer, tan mojado, como si fuese una hembra.

— Esto... ¿Es por mí? - preguntó.

— Sí - fue la respuesta de Predator.

Metió dos dedos en el orificio del depredador, verificando que todo estuviese bien, por más excitado que estuviese no se arriesgaría a que le arracaran el miembro y... Todo estaba bien, suave, resbaladizo y caliente.

El Predador chilló con suavidad. Necesitaba, necesitaba con urgencia estar lleno.

El humano escupió su miembro y se alineó.

— Shhhh... Aquí está lo que tanto anhelas - Dijo antes de penetrar.

Empezaron un lento vaivén que fue ascendiendo con rapidez.

Cada vez más profundo, más rápido, más caliente, Taabe sentía como era apretado sin ser lastimado, Predador empezó a lanzar pequeños sonidos parecidos a gemidos, se contenía, ya estaban cercas ambos.

Taabe le jalo de sus trenza, haciendo que Predador levantara su pecho del piso e irguiera su espalda, ahora su espalda pegaba del pecho del comanche, su cabeza hacia arriba, lanzo un chillido fuerte, sus tenazas se abrieron por completo, Taabe lo lleno.

Todo era calma ahora.

Solo por unos minutos.

Ahora tocaba otra ronda, esta vez Predador se encargo de enseñarle que también podía cabalgar con excelencia.

*
*
*
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Cuando abrió los ojos ya estaba apunto de amanecer, vio a la bestia vestida a su lado, aún arrodillada. Le sonrió al recordar todo lo que hicieron.

— Me gustaría poder comunicarme mejor, saber que estas pensando y... - se calló al escuchar un sonido estridente afuera - mierda.

Se levanto con rapidez para vestirse, debía estar atento, era el mejor guerrero, era...

Predador lo tomo de un brazo.

— Ahora no puedo, debo...

Predador se puso de pies, al lado de Taabe, cogió una de sus manos y la condujo a su abdomen.

— Nuestro... Futuro.

— No... No entiendo.

No dijeron más nada y salieron, a fuera había una nave, Taabe no entendía que pasaba, vio que habían otras criaturas como... Volteo a ver a su Predador.

Habían venido por él, su jefe de la tribu estaba dando obsequios, cada persona de la aldea, desde una manzana, hasta... Vio a Naru entregar su más reciente tesoro, una especie de arma que le dio un extranjero.

Las criaturas también dejaron obsequios, aunque ellos no sabían que hacían muchas cosas.

Ambos se acercaron.

El Jefe le dijo a Taabe que debía dar una de sus pertenecía, el comanche estaba pensando que dar cuando los predadores negaron, su bestia lo vio una última vez, mientras se tocaba el vientre.

— Oh... - todos se subieron y la nave se esfumó.

Naru se acercó a su hermano.

— ¿Por qué no quisieron que lea dieras un obsequio?

— Mi obsequio ya ha sido dado hermana... - fue todo lo que dijo, no necesitaban saber más.

Su tribu no necesitaba saber que el más grande obsequio lo llevaba su criatura en el vientre, su legado.

#Fin

Cazando a un AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora