Rosas con Aroma a Pintura

"El comienzo de todo"

-Sí mamá, tranquila, te mando mensaje cuando llegue al departamento, sí sí, quédate tranquila que yo te aviso, nos vemos- corté la llamada y suspiré, desde que vine desde Nueva Orleans hasta Kingham (Oxfordshire) por un viaje de intercambio, mi madre no deja de llamarme a cada rato. Supongo que es por un tiempo, hasta que entienda que ya no soy una nena y que sé cuidarme. Guardo mi teléfono en un pequeño bolso de mano negro de cuero falso y sigo caminando, hasta que veo una tienda muy iluminada para lo que se suele esperar de la oscura Inglaterra.
Me asomo un poco hacia la vidriera, contenía 3 estantes llenos de libros clásicos.       De repente me di cuenta que no recordaba cuándo había sido la última vez que leí por entretenimiento y no por obligación, así que decidí entrar a buscar mi próxima lectura.
      Escuché el suave tintineo de una campana al abrir la puerta, pude percibir el dulce aroma que produce el sahumerio de sándalo, observé toda la habitación prestando atención hasta al más mínimo detalle. Estuve buscando el libro perfecto para mí, finalmente lo encontré. Era Un libro de tamaño bolsillo, tenía una tapa blanda, las páginas con detalles en negro y marrón, la portada era bellísima con flores doradas y oro rosa, en letras grandes y cursivas decía "Orgullo y Prejuicio" por Jane Austen. Había estado buscando este libro hace meses de librería en librería y jamás lo conseguía. No lo pensé dos veces, lo agarré y me dirigí a la caja, donde una chica que aparentaba mi edad, pasaba las tarjetas.
       -Son 4 libras.- me informó, acomodándose un mechón de su lacio y rubio cabello atrás de su oreja.
  Pagué y salí de ahí en dirección hasta a mi casa, cuando de repente sentí un calor inmenso recorriendo todo mi cuerpo, desde las clavículas hasta las rodillas. Inmediatamente dejé caer mi libro al piso.
      -Lo siento! Estás bien?- dijo un chico, entre preocupado, avergonzado y divertido- Fue un accidente, en serio, lo siento mucho- exclamó lo último riendo un poco.
   -James! perdónalo, es un idiota y volcó su café, estás bien?- Se me acercó otro de los chicos que venían con él, creo que eran cuatro, pero no estaba muy segura.
    -No pasa nada, estoy bien, sólo tengan un poco más de cuidado la próxima- susurré lo suficientemente alto como para que me escuchen sacudiéndome los restos de crema que tenía en mi remera.
    Me agaché para juntar mi libro, y unos largos dedos lo sujetaron al mismo tiempo. Lo solté despacio, y mientras me levantaba, mantenía la mirada en unos bellos ojos verde esmeralda que observaban los míos.
-Ten, y nuevamente, lo siento tanto- el azabache de ojos verdes me tendió el libro- soy James, y tú?
-Sirius- se acercó un pelinegro, con el ondulado cabello por los hombros, pero por alguna razón no fue incómodo, fue divertido.
-Soy Percy- saludó con la cabeza gacha, un rubio, un poco bajo, de piel muy clara.
-Mi nombre es Robín, un gusto- sonrió amablemente, dándome la mano, un chico con unas cuantas cicatrices en su rostro.
-Rose, encantada de conocerlos, pero me tengo que ir ahora, adiós- los miré a todos y los saludé con la mano mientras me iba. Sinceramente no sé porque les dije como me llamaba, teniendo en cuenta que no los conozco de nada.
Más tarde llegué a mi apartamento, la llamé a mi mamá para que estuviese tranquila, comí y me fui a acostar, puesto que al día siguiente sería mi primer día en una escuela nueva.
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Holaa!! está no es la primera vez que escribo una historia, pero si la primera que público una, espero que les guste mucho! como se habrán dado cuenta, está inspirada en los merodeadores, personajes de la saga Harry Potter (J.K. Rowling).
Si tiene alguna falta de ortografía, mil disculpas y avisenme así las arreglo 💐