Único.

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"mira, ellos lucen como los de una chica ¿no es así?"

"Si los presionó de esta forma, tal vez..."

Aquella sonrisa retorcida aparecía mientras juntaba sus pechos bruscamente.

Presionaba sin miedo, jugaba con la textura de estos al estar sumamente juntos. Pero aún así, igual de planos.

Juntaba y juntaba bajo la desinteresada mirada del azabache, quien dibujaba su expresión de asco.

"Deja de hacer eso"

Se removió entre las aguas, acercándose con agilidad hasta el castaño, chocando su mirada y tomando el control de las ocurrentes manos ajenas.

"...Vas a lastimarte"

"¿Uh?..."

Antes de que pueda justificar sus acciones, sus labios se vieron presionados por los del alto. Mezclando sus lenguas, empañando ambas salivas.

Atacando completamente la cavidad bucal del bajito, con el sonido tan representativo del agua en movimiento.

Sintiéndose rendido escondió sus manos y dejo a la disposición del contrario todo su cuerpo. Alargando su cuello con la intención de que se encargará de el.

Pero diferente a lo esperado, la extensión expuesta fue tomada con fuerza.

Por la mano derecha de Iván.

Y sin presionar demasiado, su dulce y tenue voz susurro débilmente por el oído izquierdo de Rodrigo.

"Dije que dejarás de hacer eso..."

"I-iván" trato de pronunciar entre su ahogado aliento.

Dejo su mano ahí, pero la retiró de forma lenta al igual forma Rodrigo Carrera recuperaba el aire. Su vista se suavizo y su tenso cuerpo volvía a su normalidad.

Los brutos dedos de Spreen se apresuraron por tomar las cálidas caderas estrechas de su novio.

Sumergiendo su rostro igualmente bajo el agua de la tina. Comenzó a besar el tembloroso abdomen del castaño con sus ojos cerrados, perdiéndose el lujo de ver.

Volvió a estirar su cuello pero está vez fue por el imprevisto ataque a su cintura, cual le causaba inmensas cosquillas.

Encorvando los dedos de sus pies como lo hacia también con su columna.

Las traviesas manos inferiores empezaron un toqueteo por todas las piernas muslosas y rígidas. Al fin de cuentas él estaba entre medio de estás.

Pero no fue por mucho, pues su retención de aire no era la más eficaz.

Aún que eso no le impidió disfrutar el agraciado cuerpo de su chico.

Él, con sus ojos llenos de recientes lágrimas, paso sus antes brazos por el cuello de Iván. Empujándolo contra si mismo.

Capturando su boca.

Comportándose de forma sucia.

Abrió sus piernas mientras atraía cada vez más el cuerpo esbelto contra él. Encerraba sus gemidos entre el lascivo beso, tiñendo sus cachetes por el calor que iba percibiendo su ser.

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⏰ Última actualización: Oct 15, 2022 ⏰

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