I LOVE YOU....

7

Narra Abigail.

Desperté.

Desperté sola en la fría habitación de Perla.

Me dirigí hacia el espejo situado cerca de la cama, me peiné con los dedos rápidamente y abrí la puerta del baño.

Perla, acababa de salir de la ducha y el vapor en la habitación aportaba un ambiente sensual entre ambas.
Ella, molesta, musitó:
-¡¿No te enseñaron a tocar?!

-Sí, y lo hago muy bien. ¿Quieres que te toque? -dije con voz sugestiva y una media sonrisa en mi rostro.

Me acerqué y ella por un segundo titubeó, pero luego me ofreció una sonrisa abierta.

-Déjame pensarlo-hizo una pausa larga-Sí, quiero que lo hagas-añadió tímida.

En el momento en que esas palabras salieron de su boca, la acorralé en la pared y la besé. No era un beso dulce o tierno, era feroz con deseo.
Mis manos se situaron en su cintura y mis dedos dibujaron círculos, ella enrolló su pierna desnuda alrededor de mi abdomen y yo la cargué. Me dirigí hacia su cama, la recosté suavemente en ella y coloqué el seguro en la puerta.

-No quiero que Luis nos moleste ahora -expresé y me deshice de mi playera.

Me senté a horcajadas sobre ella y continúe besando su cuello.
Mis manos viajaron hasta sus senos, comencé a masajearlos lentamente y sentí sus pezones endurecerse bajo mis dedos.

Dejé un camino de besos húmedos hasta su clavícula, comencé a lamer con delicadeza sus pechos a lo que Perla arqueó su espalda.

Gruñí suavemente y me dirigí hacia a su abdomen bajo, pasé mi lengua por su clítoris, provocando los gemidos de la pelinegra.
-Ah, Abi
-Ely -la interrumpí- Dime Ely, me gusta más.
-Ely, esto es vergonzoso -dijo de forma tímida.
-¿Quieres que me detenga? -pregunté.

Ella negó con su cabeza y entre jadeos me pidió que siguiera.
Lo hice, movía mi lengua de arriba abajo y de lado a lado.
Perla comenzaba a jadear, me separé de ella e introduje mi dedo índice en su entrada.
Mis manos jugaban con la velocidad.

Mis manos jugaban con la velocidad dentro de ella.
Cada vez iba más rápido logrando que ambas llegáramos al clímax.

-Ely, ya... ya no puedo -dijo jadeante y su dulce orgasmo llenó la habitación.
La besé y me recosté a su lado.
-Eso fue...increíble, eres hermosa -susurré en su oído y con el rabillo del ojo la vi sonreír.

Ambas estábamos cerrando los ojos lentamente y el ambiente era agradable y cálido. En eso, me llega una llamada a mi teléfono.
Con el seño fruncido me levanté a ver quién molestaba, sin embargo mis facciones cambiaron a ver el nombre de cierto rockerito con lentes que se había ganado mi atención.
Contesté.

¿Hola?
Una voz gruesa sonó del otro lado.
-Hola, Servin, ¿Cómo estás? -pregunté con una sonrisa en el rostro.

Perla sólo me veía con el seño fruncido.

¿Qué haces?
Preguntó.

-No, nada. He estado muy aburrida. ¿Y tú? -respondí con cierta indiferencia.

Tengo casa sola y tú sabes dónde queda. ¿Quieres venir a pasar el rato?

Dí una mirada rápida a la pelinegra, que me dirigía una mirada triste.
Di un suspiro y respondí:

-Hmm..., Está bien, mamá. Ya voy a tu casa. En 15 minutos y llego. Adiós, mamá. -dije y procedí a colgar.

Empecé a ponerme la ropa.

-Ely, ¿A dónde vas? -preguntó una confundida Perla.

-Mamá llamó, quiere que vuelva. -dije sin mirarla.

-¿Desde cuándo te importa lo que dice tu mamá? -preguntó con el seño fruncido.

-¿Desde cuándo te volviste preguntona?

-No sabía que tu mamá se llama 'Servin'. -dijo haciendo ademanes simulando las comillas.

-Bueno, ahora lo sabes.

Terminé de atar mi tennis y me levanté. La miré fijamente y sentí una punzada en mi pecho.

Ella no merece a alguien tan mierda como yo.

Me acerqué a ella y acaricié suavemente su mejilla, corté la distancia con un lento beso. Sus labios, que siempre tenían buen sabor, se movían a compas de los míos. No era un beso atrevido o escandaloso. Era un beso tierno, dulce, sincero.

Me separé y le dí un último beso, uno corto.

Y sin decir más, me fuí.

Créditos de la escena sexosa: bluemollyl