TODO POR UN MASAJE

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Armando y Betty se encontraban en la sala de juntas viendo la lista de las telas e insumos que a la loca de Hugo se le había ocurrido para la última colección. Betty rápidamente le daba las cifras y él pensaba de donde diablos sacaría toda esa plata para poder darle los gustos. Se tomaba la cabeza con ambas manos ya que a pesar de que no tenían problemas económicos esta colección se les salía de los presupuestos

De pronto la puerta se abrió dándole paso a Marcela que los miro como escudriñándolos, como si le ocultaran algo, pero desecho ese pensamiento ya que deseaba que Armando se fuera con ella esa noche. Claro que se encontró con que él se iría más tarde porque necesitaban sacar todo a la de ya, para comenzar a negociar

Betty en ningún momento levanto la mirada, esa señora siempre la intimidaba, pero además le daba pena el doctor porque siempre le hacía unos escándalos donde lo acusaba de ponerle cachos

Ella en el tiempo que llevaba trabajando con él, no había visto ni escuchado nada, por lo tanto eran sospechas infundadas, pero ella no podía hacer nada, porque si no fijo se desquitaría con ella como siempre

De pronto levanto su mirada y lo vio con el gesto contrariado, él parecía estar en otro mundo y ella se deleitó en mirarlo un par de segundos. A ella le daba dolor verlo de aquella manera y no sabía qué hacer para poder ayudarlo, pero sobre todo que fuera feliz

Ella había sido testigo de las pocas sonrisas que él daba y gracias a una de ellas se enamoró, claro que su amor era unilateral. Se dio cuenta que él se tomaba el cuello, se notaba que estaba cansado

B: Doctor ¿Se encuentra bien? Si lo desea podemos seguir mañana
A:(sonriéndole) No Betty tranquila, usted sabe que tenemos que sacar esto hoy mismo
B:(sin poderlo evitar suspiro) Si doctor, pero es que de verdad se ve muy cansado
A: No le tome importancia, solo me duele el cuello, pero ya se me pasara
B:(levantándose) Si quiere le podría dar un masaje
A: ¿De verdad? Ay sabe que me vendría de perlas

Ella solo le sonrió, pero cuando se acercó por detrás de él, se comenzó a poner nerviosa iba a tocar su piel y eso irremediablemente la excitaba. Casi con temor puso sus manos en su cuello y presiono con suavidad, mientras tragaba saliva nerviosa

Armando cuando sintió sus manos, trato de relajarse podía sentir el nerviosismo de ella y se lo estaba trasmitiendo. A lo mejor no debió aceptar lo que le había propuesto, pero lo hizo inconscientemente solo con el deseo de aliviar esa molestia

Sus manos eran suaves y comenzaron a obrar maravillas en él, sintió que hacía una leve presión y que lentamente comenzaba a bajar por su espalda. Se encontraba solo en camisa por eso se podía sentir la presión que ejercía en su columna y como sus manos tibias y pequeñas comenzaban a obrar en él

No lo pudo evitar y se recostó un poco en la mesa, dejándole más libertad en su espalda y ella comenzó a bajar lentamente mientras presionaba. Armando estaba suspirando de placer y sin pensar mucho le dijo

A: Betty y ¿Si me saco la camisa? (con los ojos cerrados)
B:(nerviosa) ¿La...la camisa?
A: Ajá, es que mire que siento que me molesta, creo que sería más cómodo así ¿No?
B: Bu...bueno si usted cree que es necesario....

No lo pensó más y se desprendió de ella, Betty abrió la boca extasiada por lo que veía, su ancha espalda le pedía a gritos las caricias de sus manos. Casi con timidez las poso en su piel y la sintió caliente. Él tenía cerrado los ojos y cuando sintió las palmas de sus manos en su piel emitió un pequeño suspiro de satisfacción

Trato de no pensar que le daba un masaje al hombre que amaba y el que rondaba sus sueños más eróticos y claramente húmedos. Cerro los ojos con fuerza mientras seguía en lo suyo, pero no pudo evitar que uno llegara a su mente

ONE SHORTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora