Una vez ya en el instituto, tuve que hacer la primera clase, la clase de matemáticas con la profesora más aburrida de todo el mundo Maise. Las clases con ellas son...son...son tan aburridas que no hay forma de explicarlo, lo que si que se es que en cada clase suya me acobo durmiendo.
Me desperté gracias a la alarma de canvio de clase (que sino no sabría lo que habría ocurrido),me dirigí a la puerta del institu, giré a la derecha y segí todo recto hasta llegar a la parada del autobús, subí y nos pusimos en marcha.