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Takemichi nunca dejaba de morir, llevaba vidas intentando salvar a Mikey y a la Toman había perdido el total de cuantas vidas habían sido, solo recordaba las muertes de sus amigos manchadas en sus manos.

Mikey jamás lo dejo solo después de que la Toman murió a sus manos empezó a tener cierta obsesión por él llegando al punto de encerrarlo en aquel ático que daba la vista de todo Tokio, era hermoso, aun así le parecía ha aburrido lo único que quería era morir

El viento golpeando su rostro, sintiendo el dolor de los vidrios clavados en sus pies de la ventana que había roto, creía que podría llegar a tener miedo, pero no solo se sentía cansado como si hubiera pasado un largo tiempo desde que había cerrado sus ojos y dormido

- ¡Bastardo que mierda...! - Sanzu bajo la voz al que estaba haciendo

- Takemitchy...- habían pasado años desde que oyó aquel apodo - baja de ahí...

- esta vez te salvaré

El aire mientras caía le impedía respirar, pero eso no le fue importante cuando su cuerpo choco contra el pavimento, no fue tan doloroso como las otras muertes, fue tranquila y ruidosa por los gritos de la gente asustada

Se prometió que sería la última vez que intentaría salvarlos, a todos le estaba cansando tener que salvarlos. Estaba parada en la ventana mirando a su madre irse al trabajo, una vez más ella volvía a estar viva, metida en el trabajo, dejando a su única hija en casa o eso creía, ya que estaba en la época de irse a la casa de alguno de sus amigos

Abrió la puerta del refrigerador y sacó el plato, se comida que su madre le dejaba sin calentarlo ni nada, lo comió desesperada por probar la comida de su madre no era un sabor que se comparaba con el de su madre, era algo que ni los grandes chef a los que Mikey mantenía para él

Normalmente, viaja los doce años en el tiempo número nunca más, pero esta vez habían sido 14 el día en que Shinichiro el detonador del infierno de Mikey era más que obvio que si lo salvaba podría mantener a raya al chico ya tenía experiencia en ello podría con todo como siempre hacia

Tomó su bolso lo lleno de comida y salió de casa, tomó su bicicleta y anduvo todo el camino pensando en que decir en los años de viaje jamás pudo conocer a Shinichiro el hombre que muchos admiraban por crear a la gran pandilla que gobernó Tokio y solo por su hermano la dejo

Dejo la bicicleta y mordió sus labios antes de entrar el olor a aceite le trago el recuerdo de Draken e inupi, pero en vez de verlos vio a un chico de espalda con cabello negro que reparaba la motocicleta que sería de Mikey

- buenas tardes - llamo la atención del chico que se sobresaltó dejando caer su cigarro - lo lamento no quiso asustarte es que no había nadie y yo entre pero...

Tenía el cabello oscuro junto a esos ojos tan parecidos a los de Mikey tan hermosos como la vez que supo que lo amaba, pero eso no la detendría más ahora que debía de concentrarse en salvarlo. El primer paso era tenerlo de su lado tal como lo había hecho con Chifuyu de esa manera podría ayudarlo, pero antes debía de tener un ambiente en que no se sobresalte e intente golpearla por decir que su hermano es un puto loco que en el futuro tendría una insana obsesión hacia él

- soy Takemichi Hanagaki soy una futura amiga de su hermano Manjiro Sano y quiero hablar sobre él - hizo una reverencia e intento ser lo más tierna como lo permitía su mente - le gustaría ir a tomar algo?

Shinichiro no fue quien se río si no una extraña voz detrás de ella al ver quien estaba en la puerta sonrió de ver a los fieles capitanes de los Black Dragons Wakasa y Takeomi

- creí que los adultos secuestraban niños, no al revés - se río el dios de la guerra dejando una bolsa en una de la mesa - quien es la chica?

Takeomi se veía más joven que antes, aun así seguía con su hábito de fumar, lo mismo pasaba con Wakasa y su paleta

𝐋𝐢́𝐧𝐞𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨 || 𝐚𝐥𝐥𝐭𝐚𝐤𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora