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-Wooyoung baja a desayunar!
-Voy mamá- Dije entre dormido
Abri poco a poco los ojos y tomé mi celular, vi la hora, fui a lavarme la cara y cepillar mis dientes, baje detenidamente y lo primero que percaté fue el delicioso aroma que había por toda la casa. El bibimbap es el mejor platillo que podrías comer para iniciar el día.
-Buenos días papá
-Buenos días, dormiste bien?
-Si papá, tanto asi que por poco no bajo a desayunar - Solté una pequeña risa y comencé a comer.-Les tengo una noticia especial.
-¿Qué pasa? No nos espantes.
-No es nada malo, es algo bueno.
-¡¿Qué es?!-Dijó papá.
-1,2,y...
-¡Dilo ya!
-¡Me dieron trabajo!¡ comenzaré a trabajar en un hospital dentro de 2 semanas!
Mamá corrió a abrazarme, y mi papá no se quedó atrás, cuando me di cuenta mamá estaba llorando, no pude resistirme y la abracé fuertemente.
-Estoy orgulloso de ti, sabia que lo lograrías, eres genial hijo.
-Gracias papá.
-Promete que no visitarás. -Dijo mamá limpiándose las lágrimas.
-Aún no me voy, pero claro que lo prometo.-Sonreí
Después de desayunar.
-Wooyoung
-Si dime mamá -Presté atención
-¿Puedes ir por las cosas que faltan al supermercado? Verás hoy tenemos muchos pedidos por hacer y no me dará tiempo de ir por las compras. -Explicó
-Claro que si, no te tienes que preocupar por eso, mientras esté aquí te ayudare en todo lo que pueda.
-Gracias, no me pudo haber tocado un hijo tan maravilloso como tú Wooyoung-Sonrió y tocó ligeramente mi cabello.
Terminé mi comida y subí lo más rápido posible para meterme a bañar e ir por las compras.
-Nuestro hijo creció
-Así es cariño, no falta mucho para que tenga su propio trabajo y nos quedemos tú y yo aquí.
-Eso es cierto, pero si algo tengo claro, es que Wooyoung sabrá arreglárselas para salir adelante, nuestro pequeño es muy inteligente y no tengo duda de eso.
Después de discutirlo un poco, decidí ponerme un pans color gris y una playera negra, el supermercado no estaba tan lejos así que no tenía que tardar mucho sólo compraría lo necesario, leche, café, uno cuantos aperitivos y chocolate.
-Sería todo? -Preguntó el joven que me atendía.
-Si, oh y esto también por favor. - Agregué una pequeña caja con unas mentas dentro de ella. -Ahora si seria todo - Sonreí
-¿Puedes comprar esto para mi? -Me di la vuelta y vi una niña pequeña.
-Por supuesto, ¿qué te gustaría? - Me incline para estar de la misma estatura de aquella niña.
-Éste -Señaló un chocolate de avellanas.
-Bien pero antes, ¿Puedes decirme donde están tus papás?
No respondió nada, así que le pregunté su nombre, a lo que ella contestó "Soyung"
-Okey, esperaremos aquí, ¿te parece bien?
Asistió.
Después de 5 minutos escuché una voz masculina, la cuál fue corriendo a Soyung.
-¡¿Soyung !? ¡¿Donde estabas?! ¡¿Por qué te fuiste así?! -Dijo con desesperación cargando a la niña y abrazándola, tenia los ojos llorosos, a la vez esta no contestó nada.
-Dios mio Soyung, casi me da un infarto, gracias por encotrarla.-Colocó, con la voz muy exaltada, parecía que había estado corriendo, y a la vez casi llorando. Agregó una reverencia hacia mi.
-Oh, no tienes que agradecer.
-Por supuesto que si, no sé qué abría hecho si no la hubiera encontrado.
-No sé preocupe, solo tenga más cuidado a la próxima.
-Lo tendré, de nuevo muchas gracias.
-Esta bien, adiós Soyung- Sonreí y esta hizo lo mismo.
Me di la vuelta y salí rápidamente de aquel supermercado.
Tomé un taxi a casa y llegué después de unos 15 minutos, al parecer si había comprado algunas cosas más de las que tenia planeado, por ejemplo, la vainilla, las fresas y la leche condensada.
-Llegué mamá - Bajé del taxi y metí todo a la cafetería, que al parecer ya habían abierto papá y mamá.
-Me alegra que hayas vuelvo, por favor ve atendiendo a los clientes mientras preparo lo que falta.
-Como digas madam - Mamá soltó una pequeña carcajada haciéndome hacer lo mismo.
Pasaron unas cuantas horas y por fin el día había terminado, los pocos días que había estado trabajando con mis papás habían sido más tranquilos, pero hoy fue uno de los más cansados y agotadores, comenzó a llover así que pienso que fue una de las razones por las que la gente dejó de ir.
-Cariño, hoy si que me cansé demasiado. - Habló mamá
-Lo mismo puedo decir, pero eso esta bien, hubo más venta que ayer y antier. -Dije felizmente
-¿Por qué no van a descansar? Han trabajado mucho hoy, y no sé preocupen por la tienda, yo cerraré en un rato más.
-No podemos dejarte aquí sólo Woo.
-Por favor, no tengo 10 años, además van a dormir más tiempo.- Contesté
-Esta bien, sólo una hora, si no, tú madre no podrá dormir bien.
-Si, váyanse tranquilos, oh papá llévese el paraguas, cuando yo me vaya seguro no estará lloviendo.
-Bien, por favor Wooyoung sé responsable.
-Lo seré, además nuestra casa está a una calle, no pasará nada.
Mis padres se marcharon, en ese lapso de tiempo habían llegado unas 5 personas, ya era tarde, así que era tiempo de cerrar la tienda, estaba apunto de cerrar cuando alguien más llegó.
-Disculpa ¿aún hay servicio?
Preguntó aquel chico quien estaba todo empapado por la lluvia.
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𝐀 𝐑𝐄𝐀𝐒𝐎𝐍 𝐓𝐎 𝐒𝐓𝐀𝐘 - 𝗪𝗼𝗼𝘀𝗮𝗻
Romance-- ¿𝘊𝘰𝘪𝘯𝘤𝘪𝘥𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢 𝘰 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰? 𝘑𝘶𝘯𝘨 𝘞𝘰𝘰𝘺𝘰𝘶𝘯𝘨 𝘤𝘰𝘮𝘪𝘦𝘯𝘻𝘢 𝘢 𝘵𝘳𝘢𝘣𝘢𝘫𝘢𝘳 𝘦𝘯 𝘶𝘯 𝘩𝘰𝘴𝘱𝘪𝘵𝘢𝘭 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘯𝘦𝘶𝘮ó𝘭𝘰𝘨𝘰, 𝘥𝘰𝘯𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤𝘦 𝘢 𝘭𝘢 𝘱𝘦𝘲𝘶𝘦ñ𝘢 𝘚𝘰𝘺𝘶𝘯𝘨, 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘫𝘢𝘮á𝘴 �...