➳ Prólogo

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"Psst, Argentina, eu" susurraba un chico con franjas azules, intentando llamar la atención del que se sentaba a su lado.

"¿Qué querés?" habló en voz baja el mencionado mientras hacía lo posible para prestarle atención al profesor, quien se encontraba explicando algo, en concreto, un tema nuevo.

Él era pésimo para esa materia, así que aunque no le guste, tenía que prestar atención y entender cueste lo que cueste. La materia de la que hablamos no es más ni menos que matemáticas, la materia menos preferida por el 90% de los estudiantes de secundaria, según él.

"Apuesto a que no podés tirar este papel al tacho de basura" Uruguay le pasó una hoja que había arrancado de su carpeta hecha bolita.

"¿Ah no? mirá nomás" Bastaba con decirle «Apuesto a que no podés...» al argento para que automáticamente acepte. Tomó el papel y esperó a que el profesor se diera vuelta a escribir en la pizarra y lo arrojó. Al suelo.

Para la mala suerte del albiceleste, el profesor pudo notar el papel por el rabillo del ojo.

"¿Quién tiró eso?" Se dió vuelta casi inmediatamente. Nadie de la clase movió ni un dedo, ni siquiera para copiar lo de la pizarra. Estaban congelados como estatuas, hasta los más revoltosos del curso.

No era un mal profesor, era muy comprensivo, quizás mucho como para ser un profesor de matemáticas. Aún así, no soportaba las faltas de respeto.

El profesor comenzó a analizar a todos con la mirada.

Como si no fuera suficiente, Argentina se puso demasiado nervioso, cosa inusual en él ya que solía ser un chico bastante tranquilo y sereno. Esto no pasó desapercibido y el profesor pudo notarlo.

"Argentina. Al despacho del director, ahora."

Hoy no iba a ser un gran día.

. . .

El argentino se encontraba sentado en el despacho del director, quien se encontraba sentado del otro lado de esa mesa llena de papelerío.

"Vaya, Argentina. No es usual verte aquí." El directivo lo analizó de arriba abajo, como si estuviera intentando descifrar como por arte de magia la razón por la que lo habían castigado. "¿Qué ocurrió?"

"...tiré un papelito. Lo siento, es todo mi culpa y no volverá a suceder, lo prometo." Dijo, bajando la cabeza en arrepentimiento. Él no era de ese tipo al que castigaban. Si, era revoltoso, pero nunca tanto ya que sabía medirse.

"Ya veo. Estás en clase de matemáticas, ¿no es así?" Cuestionó, sin quitarle la mirada de los ojos.

"Sí, ya sé que mis notas son un poco malas y esto solamente lo empeora pero prometo las estoy intentando levantar" Se apresuró en decir

"Lo entiendo, Argentina, pero no te disculpes conmigo. Es a ti a quien deberías estar pidiendo perdón. Sabes que si tus notas son demasiado bajas pueden suspenderte del equipo de rugby"

Estas palabras helaron al estudiante.

El rugby era la vida entera para el albiceleste y una de las únicas razones por las que se empeñaba en siempre tener buenas notas. La sola idea de no poder seguir participando en este lo aterraba inmensamente.

A pesar de que en su ropa ancha y holgada no lo haga notar, tenía un cuerpo trabajado y se destacaba por su resistencia y, gracias a lo liviano que era, su velocidad. Esto lo hacía resaltar por los demás en su equipo. Era perfecto para ese deporte y suspenderlo sería un enorme desperdicio.

"Creo tener una solución para eso." El argentino por fin salió de sus pensamientos al escuchar esto, sus ojos brillaron y toda su atención se posó nuevamente en el director. "Hay un chico de un curso menos que tú que es bastante aplicado e inteligente y estaría dispuesto a ayudarte sin problemas. Te encargo vayas a final de clases."

El albiceleste se sorprendió al oír esto; ¿un chico menor que sepa más que él? Imposible. Todos los adolescentes de su edad eran cabezas huecas que solo pensaban en salir de fiesta y alocarse.

"Perdón pero, ¿estás hablando en serio?" Cuestionó creyendo que estaba siendo parte de una broma pesada y sin gracia.

"No," Habló en un tono firme y continuó "puede ser que sea de mucha ayuda viendo que te cuesta mucho esta materia en específico. No lastima intentarlo"

«"¿No lastima intentarlo?" OBVIO QUE SI LASTIMA, LASTIMA MI EGO VIEJO CAJETUDO» intentaba no perder la compostura aunque por su mente estuvieran pasando mil y una cosas.

Sin embargo, no se alejaba mucho de la realidad, estaba en el horno y cualquier ayuda sería grande. Si este chico era tan inteligente como decía, aunque le doliese en su orgullo, tenía que hacerlo; no quería seguir arriesgando su estadía en el equipo.

"Está bien, muchas gracias." Pausó. Se dió cuenta de que no sabía quién exactamente era el chico del que hablaba.

"Su nombre es Rusia. Es de cuarto, división B."

Oh no.

. . .

«Dónde está este uruguayo marihuano, lo voy a moler a golpes..»

Luego de pasar el tiempo restante en el despacho del director, sonó el timbre que indicaba el segundo y último receso del día, causando que los pasillos se llenen. Argentina caminaba apresuradamente por estos intentando llegar a su aula correspondiente esperando que el de franjas azules se encuentre aún dentro de esta.

"URUGUAY." Dijo el albiceleste, acercándose a pasos cortos y peligrosos al mencionado.

"Hola Argentina" el uruguayo rió un poco nervioso, sabía que la había cagado aunque no sea culpa enteramente suya.

"Estoy enojadísimo con vos pero dejemos esto para más al rato, tengo que contarte algo." Caminaron hacia un lugar más recluido donde podían hablar en paz.

"¿Que pasó Arge?" Cuestionó el de franjas azules, sentándose en una de las mesas del aula vacía.

"¿Vos te lo podés creer? El director me dijo que mis notas son una mierda y que vaya a acudir a un payaso de un curso más abajo que yo para que me dé clases particulares." Habló con un tono difícil de descifrar, pero se notaba que estaba ligeramente irritado.

"¿Que? ¿En serio?" El contrario le dió una mirada obvia y el uruguayo se rascó la nuca "¿Y qué vas a hacer?"

"No sé. Es humillante verme a mí, la estrella del equipo de rugby de la secu con ese nerd arrogante dándome clases particulares." Bufó, empujó la silla del asiento del profesor para atrás y se sentó, claramente frustrado y sin saber qué hacer.

"Pero necesitas la not- espera, ¿arrogante? ¿sabés quién es?" Se enderezó e inclinó ligeramente, esperando la respuesta.

"Sí. Es por eso que tampoco quiero. Es Rusia de cuarto división B." desvió la mirada y se cruzó de piernas, echándose para atrás.

"Uff, amigo. Mirá con quién te fue a mandar." Se tapó la boca con una mano.

Refunfuñó. Ambos chicos conversaron hasta que el timbre anunció el final del receso. Saliendo del aula vacía, caminaron siguiendo su charla hacía su respectivo salón. Aún les quedaban dos horas aburridas de clase, y recién era martes.


Palabras: 1077

El profe. ♡RusArg♡ [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora