Se encontraba sentado en su respectivo banco golpeteando ligeramente su lapicera con el banco mientras miraba por la ventana, hasta que el sonido que muchos llamaban salvador del timbre hizo presencia.
Pudo oír muchos estudiantes suspirar de alivio, era una clase muy tediosa y aburrida, aunque a él no parecía importarle.
Se disponía a dejar el aula cuando sintió una mano tocar su hombro.
"¡Hola! el director requiere que vayas a su despacho." dijo alegremente la chica quien identificó como Japón. Asintió y le dió las gracias, cambiando su rumbo hacía dicho lugar.
No sabía que podría esperarle al entrar ahí, y poco le importaba ya que sabía no era nada malo. Era un estudiante ejemplar, según él.
"Señor Brown." Saludó al director, inclinando un poco la cabeza para adelante.
"Rusia, gracias por venir. Toma asiento por favor." Sonrió. "Hay algo que quiero pedirte"
Rusia parecía un poco extrañado y por cada segundo que pasaba su curiosidad era más grande.
"¿Conoces a Argentina, el chico de quinto división A? Está teniendo dificultades con sus notas y quería pedirte si tenías tiempo libre para darle algún tipo de clases particulares. Si continúa con bajas notas, podría ser suspendido del equipo de rugby." Habló mientras acomodaba una pila de papeles de su escritorio, ordenándolo.
«¿Alguien del equipo de rugby teniendo problemas con sus notas? no me sorprende.» pensó apático. Creía que los que practicaban deportes eran cabezas duras y no les importaban sus notas académicas. Para el tricolor eran más importantes los estudios que los hobbys y las aficiones.
"No." Respondió frío, dejando un poco atónito al directivo, quien posó su mirada en el estudiante. "No, lo siento. No creo poder hacer tal cosa."
El directivo suspiró un poco decepcionado, agradeció su tiempo y le indicó que podía retirarse a disfrutar el tiempo de receso que quedaba.
Sintió un ligero mal sabor de boca, parecía que el Sr Brown solo quería ayudar.
«Ellos se lo buscan. Deberían pensarlo mejor y estudiar antes que preferir lamentarse después. Seguramente solo va a pedir que yo le haga su tarea sin siquiera molestarse en aprender nada» se limitó a pensar.
. . .
Guardaba sus libros en la mochila, escuchando las voces ruidosas de sus compañeros de clase hablando animadamente unos con otros. Lograba escuchar una que otra conversación por arriba, aunque estaba más enfocado en salir de clases para encontrarse con su amigo quien lamentablemente se encontraba en una diferente aula.
Caminaba por los pasillos hasta que escuchó a alguien llamar su nombre. No se dió vuelta pues ya sabía de quien se trataba.
"¡Rusia, espérame!" un chico con lentes comenzó a caminar a su lado, un poco agitado.
"Hola, Alemania." Saludó, mirándolo con una sonrisa.
"Ah.. ¿qué te parece gracioso?" dijo, tomando grandes bocanadas de aire.
"Tu cara. Te agitas muy rápido, apenas corriste algo." Paró, viendo como su amigo parecía que iba a desmayarse.
"Ya lo sé... no sé cómo voy a entrar al equipo de rugby en estas condiciones." Suspiró, tranquilizando su respiración. Ambos comenzaron a caminar, dirigiéndose a la salida de la institución.
Cómo podría haberlo olvidado. Uno de los mayores sueños del alemán era entrar en ese equipo aunque pareciera imposible para él.
"El equipo de rugby.." dijo el eslavo en voz baja, un poco pensativo. "Alemania, ¿conoces al jugador principal?" Pareciera que le comenzaron a brillar ligeramente los ojos al escuchar la pregunta.
"¿Argentina? ¡Sí! Me encantaría ser como él. Tiene a todas las chicas detrás de él y es bastante atlético, es impresionante." Rusia no entendía por qué tanta admiración hacia el albiceleste, pero al tratarse del alemán no le molestaba. Se limitó a rodar los ojos.
"Sí, él. El director me pidió si le podía dar clases particulares ya que sus notas eran bajas, de lo contrario, podía ser expulsado del equipo," pausó preparándose para el enfado de su amigo "le dije que no."
"¿¡QUE!?" Exclamó, al parecer muy alto ya que recibió las miradas de los alumnos que pasaban por el pasillo junto a ellos. Al notar esto, Rusia le dió un codazo no tan fuerte. "¡Ouch! déjame procesar todo eso... ¿Por qué dijiste que no?"
"Simple, no quiero perder tiempo en algo que no vale la pena. Todos los jugadores del equipo son cabezas huecas." Alemania le dió una mirada asesina.
"Hey, no los conoces a todos. No está bueno juzgar a la gente así." Sabía que sus palabras no iban a cambiar el punto de vista del contrario, pero le daba igual.
"Lo sé, pero es la sensación que me da. Pero no me dejaste terminar. Acabo de pensar en un plan para ayudarte a entrar usando esto." Pausó, intentando pasar sus pensamientos a oraciones coherentes. El de lentes escuchaba atentamente. "Puedo proponerle que a cambio de mi tiempo y mejorar sus calificaciones, él te ayude a ti a entrenar."
Lentamente, la expresión seria del europeo cambió completamente a una de euforia. Parecía que en cualquier momento iba a romper en llanto de alegría.
"¿Harías eso por mí?"
"Sí, ¿Qué tan difícil puede ser?" Recibió un fuerte abrazo, seguido de una sensación de ser elevado del suelo. "Ya puedes bajarme." Habló luego de unos segundos.
. . .
Se encontraba caminando hacia un salón ajeno, buscando con la mirada a cierto chico. Para su mala suerte, no pudo visualizarlo entre los alumnos saliendo de este, significando que ya se había puesto en marcha a la salida.
Caminó por los pasillos hasta que logró divisar a un hombre muy alto, o al menos más que él; usando el gorro gris que lo caracterizaba. Sin embargo, este no iba solo pues se encontraba acompañado de otra persona igual de alta. Decidió esperar a que se separaran para hablar con él a solas. No quería que nadie los viese relacionarse.
Los siguió, aunque no lo suficientemente cerca como para escuchar su conversación puesto que no le importaba. Llegaron hasta la salida, donde se despidieron y tomaron caminos separados. Pensó que era el momento justo para acercarse a él. Tocó su hombro, haciendo que el contrario se exhaltase aunque cuando divisó quien era, recuperó rápidamente su postura.
"Hola, perdón por eso." Rió nervioso. No sabía cómo dirigirse al chico de ushanka.
"¿Estás aquí porque el director te lo dijo?" Habló sin quitar la vista del camino.
"Sí.." El albiceleste parecía fastidiado al ver que este ni se molestaba en verle a la cara. «Una falta de respeto» pensó.
"Creo que no te comunicó que yo dije que no." Argentina parecía atónito a tal contestación. Un pequeño '¿que?' fue lo que se asomó de sus labios inconscientemente. "No pensaba ayudarte porque creo que eres un descerebrado sin remedio."
Una mezcla de emociones se hizo en la cabeza del argentino. Verdaderamente no sabía que responder. Sabía que el chico era un poco... especial en cuanto a su forma de expresarse, pero no creyó que fuera tan directo.
"Sin embargo, te propongo un trato." Se dió vuelta, quedando cara a cara con el contrario "Te ayudo a mejorar tus calificaciones y tú ayudas a mi amigo a entrar al equipo de rugby. ¿Qué dices?"
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Palabras: 1099
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El profe. ♡RusArg♡ [Countryhumans]
FanfictionHighschool!AU Rusia era un chico inteligente y de buenas notas pero de muy mal carácter. Argentina era el jugador principal del equipo de rugby de la secundaria. Sus notas eran bajas y arriesgaba ser expulsado del equipo, así que decide conseguir a...