El Significado de tu Sonrisa

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Conseguí el primer objetivo que tenía en este lugar, llegar a mi habitación.

No es lo que esperaba, a ser sincera creía que sería una especie de cueva con dos camas y con suerte, una nevera entre ellas.

Pero no, era todo lo contrario.

Al principio tenía un pequeño pasillo donde se encontraban tres puertas, dos a los lados del pasillo donde se encontraban las habitaciones, recordé las palabras de la recepcionista "Sólo se permiten dos personas", al parecer era bastante cierto. La última puerta que quedaba era el baño, la cuál al parecer venía con una persona de regalo, una joven bastante malhumorada.

- ¿Tan mala impresión di que enviaron a una canguro a mi habitación?

Se giró hacia mí de inmediato al escuchar mi voz, haciendo que viera la sonrisa que se le había creado.

- Solo te vieron la cara de estúpida, tienes suerte.

Charlotte Juls, mi mejor amiga, tan bella como siempre.

Al reír por sus palabras, se abalanzó hacia mí en un gran abrazo el cual correspondí enseguida, contenta de poder pensar en que lo habíamos conseguido. Charlotte y yo llevamos años siendo mejores amigas, desde los trece si no me equivoco, el problema y la razón por la cual digo que lo habíamos logrado es que nunca nos habíamos visto, solamente por fotos y llamadas.

La conocí en una aplicación, aún recuerdo cuando no sabíamos escribir y nos hacíamos creer que sí.

Cuando me separé de ella, me detuve a verla bien. Tenía rasgos asiáticos y un cabello bastante largo color negro, vestía con una sudadera gris que le quedaba por la mitad de los muslos y unos jeans negros, no me mentía cuando le decía que no le gustaba resaltar y mucho menos, los colores llamativos.

- Ahora si me permites preguntar.. ¿Cómo llegaste tan rápido?

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Dos horas después, terminé de colocar todas mis cosas en la habitación que me había dejado Charlotte libre, ni siquiera me esperó para elegirlas.

Me senté en mi cama, la cuál era bastante cómoda. Me dejé caer hacia atrás, pensando en todo lo que me venía encima en estos años y en lo que me había costado llegar hasta aquí.

Sí, también maldecí todo lo que me costó llegar a la habitación.

No pasé por alto el momento en el que conocí a Logan, al cual se llevaron sus amigos minutos después de habernos presentado y sin darme la oportunidad de pedirle cualquier Red social para localizarle.

Increíble.

Suspiré y me levanté de mi cama, Juls no estaba ya que hacía pocos minutos que se había ido a comprar comida para esta noche, motivo que me hizo bastante feliz. Decidí ponerme en el pequeño ventanal que tenía mi habitación, era un pequeño especio con un sofá y una ventana que dentro de no mucho adornaría con cojines.

Antes de sentarme, decidí coger una pequeña libreta que tenía en la mesilla de mi habitación.

Cuando me senté, abrí aquel objeto con cierto aburrimiento, hacia bastante tiempo que no lograba escribir nada en ella, supongo que es lo que dicen de Bloqueo del Escritor.

No me consideraba escritora, aunque mi sueño fuera serlo. Decidí irme por la carrera de criminologia al saber que mi familia jamás me apoyaría en algo tan arriesgado como el camino de la escritura, haciendo que escribir solo fuera un pasatiempo, al menos hace tiempo lo era.

Cansada de que no se me ocurriera nada, tiré la libreta a mi cama, deseando que ese pequeño objeto se quemara.

Juls entró antes de que siguiera pensando en cómo y dónde podría quemar la libreta, haciéndome cambiar de idea.

No quemaría la libreta, la quemaría a ella.

- Vístete, nos inscribí en una fiesta universitaria.

Alcohol, personas que no saben controlarse, empujones..

No, definitivamente no iría.

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Cuando bajé del taxi, mire a Juls con mi peor cara.

- Ojalá y algún día te quedes sin comida.

La ofendió, o eso creía.

Pero más ofendida estaba yo, me había obligado a venir. No estaba preparada para lesionarme por culpa de un universitario borracho empujandome.

- Cambia esa cara, asustaras a todos.

- Lo siento por interrumpir, pero es imposible que esta chica asuste a alguien.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo en cuanto oí la voz en nuestras espaldas. Me giré, encontrándome a un Logan sonriente junto a sus dos amigos.

- Hola, Scarlet.