Cap 1

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Yo quería pensar que una persona no podía poner mi mundo de cabeza hasta que los conocí

Me levanté esta mañana por el grito de alegría de Marienri y casi caigo de la cama del susto, me pase las manos por la cara mientras me levantaba, abrí la puerta y le grité:

--Estúpida estas buscando que nos saquen del departamento para tener que devolvernos a la casa de tu mamá – le grito mientras me acerco a ella. La muy idiota sigue saltando y gritando como una niña pequeña y eso hace que mi paciencia se agote cada vez más, hasta que ella felizmente me tiende el papel que tiene en las manos.

--¡Me acaban de dar el segmento de la tarde!--exclamó sonriente con sus ojos verdes brillando de la emoción ahora era yo la que estaba saltando de alegría. Mi prima quería ese segmento desde que había terminado la carrera de periodismo hacia ocho meses, grité y salte con ella hasta que me di cuenta que eran las siete y cuarenta de la mañana y tenia que entrar a trabajar a las ocho en punto.

– Carajo voy a llegar tarde otra vez —dije corriendo hacia mi habitación para ir a alistarme rápidamente.

– Si pierdes el trabajo ahora sera tu culpa que nos saquen del departamento – exclamó Marienri aguantando la risa mientras yo la veía con cara de pocos amigos.

Salí rápidamente del departamento mientras Marienri me decía:

– ¡SI NO TE VAS A PEINAR EL CABELLO HAZTE UN CORTE VICTORIA!-- me dijo mientras pasaba sus manos por mi cabello negro para tratar de alaciar lo.

– Ahora no tengo tiempo de pensar en eso –le dije mientras salia por la puerta.

– Yo también te quiero idiota –gritó ella desde dentro.

Subí a mi pequeña "Gertrudis" y comencé a conducir el viejo volkswagen azul oscuro que dejo mi papá antes que nos abandonara hace dos años cuando estaba en la universidad, desde entonces comenzaron mis tragedias "Gracias Papá". Pero automáticamente todos los pensamientos negativos salieron de mi cabeza cuando recibí una llamada de mi hermana. Ahora si llegaría tarde...

– ¿Gabriela? ¿Pasó algo? -dije mientras me bajaba del auto y cerraba la puerta tras de mi.

– Todo bien hermana, solo quería decirte que Greicy debe pasar unos días contigo porque voy a hacer un pequeño viaje -dijo ella sin mas, pero logre notar un tono ligero de nervios en su voz.

– ¿Y mamá?

– Ella se quedará con la tía Alcira por estos días, no te preocupes -siguió mi hermana.

– ¿Segura que todo va bien? -le pregunté porque sabia que ella me escondía algo.

– Si, solo son unas cosas del trabajo. Hablando de trabajo ¿Donde estas? ¿No vas a llegar otra vez?

– Mierda -exclamé yo mientras cortaba la llamada para entrar a las oficina corriendo.

Llegué a las ocho y quince tratando de evitar al gerente Josh, un tipo desagradable que se creía lo mejor solo porque era el hijo del dueño.

– Señorita García -esa voz del demonio.

– Buenos días – idiota de mierda agregué en mi cabeza.

– Le parece prudente llegar 20 minutos tarde otra vez ¿Que quiere? ¿Que la despida? Sino fuera porque usted es una buena vendedora y porque hoy viene uno de los comerciantes del estado hace rato que usted estuviera afuera de la empresa, pero solo por hoy se lo dejare pasar – dijo con una sonrisa cínica.

– Muchas gracias-- me voltee y susurré para mi –pendejo de mierda.

Entre a la oficina que compartía con mi amiga Mara, y la encontré sentada en el escritorio hablando con un cliente por teléfono. Mientras escribía algo en un papel y lo tendía hacia a mi en cuanto lo abrí decía te tengo un chisme.

Los Gouveia Tras Victoria (Libro #1 de la saga "El primer verano")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora