Prologo

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Me tire encima del banco sudada y exhausta después del ensayo. Saque una botella de agua de mi bolso y me refresque la cara con ella antes de beber agua.

-Buen trabajo hoy Bella- dijo mi compañero de baile.

-Gracias- le sonreí. Me agache apoyando mis codos en las rodillas y respire hondo para calmar mi pulso y respiración. Mi movil empezó a sonar, lo cogi del bolso y vi el nombre de mi madre, bufe y luego conteste.

-¿Que pasa?- conteste.

-Tienes que venir a por mi- dijo, ya que mi padre estaba de viaje se llevo el coche ahora debo ir a por mi madre siempre que lo necesite. No es que tengamos la mejor relación del mundo, siempre estamos peleándonos, gritándonos, insultándonos hasta que se nos va la voz. Ninguna de las dos nos entendemos, nunca me ha apoyado ni me ha prestado atención, os preguntareis ¿Por qué? Por que mi madre quería un hijo varón y al enterarse de que iba a ser chica intento abortar pero era muy tarde, después de que yo nazca se quedo embarazada muchas veces pero se le moría el feto y desde entonces me culpa por haberme interpuesto en sus planes. Pienso que es una tontería no querer a una persona que ha salido de tu cuerpo, de tu interior, pero ella no tiene interés en eso, me odia, me tiene asco de tan solo respirar.

-En 10 minutos estoy ahí- sin esperar a que me conteste corté la llamada y me tiré mas agua en la cara. Cogi la toalla que me colgaba del hombro y me limpié, después me levanté del banco y metí todas mis cosas al bolso.

-¿Ya te vas? ¿No te quedaras hoy para ensayar tu coreografía?- me pregunto Leo mi compañero, al levantarme.

-La autoridad me llama- bromee y salí de la academia, baje las escaleras hasta el parking y me monte en el coche, arranque y tome rumbo hacia el trabajo de mi madre.

Al llegar aparque delante de la puerta y le mande un mensaje avisándole. A segundos de haberle mandado el mensaje apareció en las puertas del edificio con su bolso y su perfecta vestimenta.

Se montó tirando mi bolso de baile hacia los asiento de atrás y sentándose donde antes estaba situado el bolso.

-No se que ves de bonito en el baile-

-Lo mismo que ves tu de bonito en el yoga.

-No compares yoga con baile, yoga es para tranquilizarse y el baile solo sudas y pierdes energía.

-¿Quién te ha dicho que con el baile no es para tranquilizarse?- pregunte apretando fuerte el volante para mantenerme firme.

-Es obvio- dijo mirándose en el espejo- No tiene sentido en nada y por eso no voy a seguir gastando dinero en ti- dijo y gire mi cabeza para mirarla.

-¿Que significa eso?

-Que ya no vas a tener clases de baile, nada de academia, nada de ensayos, nada de nada- dijo y mi corazón empezó a acelerarse de rabia y mi vista se empezó a nublar.

-No puedes hacer eso.

-Si, si puedo, si yo no quiero que vayas a esas insignificantes clases de baile no iras- dijo seria.

-Rose no juegues conmigo, ya tengo en claro que no me quieres pero no juegues con lo único que me importa en esta vida.- dije concentrándome en la carretera y no perder los nervios, no podría hacerme algo así, no podría aguantarlo.

-Bella, no estoy jugando ¿acaso me ves con cara de estar jugando? Estoy gastando dinero en algo que no es nada importante mientras que podemos gastarlo en otra cosa.

-¡¿EN QUE, EN TI?! NO PUEDES HACERME ESTO ROSE!- grite furiosa pegando el volante. Mala idea porque este empezó a rodar haciendo que el coche de vueltas en la carretera

-BELLA FRENA EL COCHE- pise el freno pero era tarde, un camión gigante venia del lado derecho y pego fuerte contra el coche volcándolo. Todo se puso negro después de ver los cristales rompiéndose y el airbag activándose.

***********

Abrí los ojos cansada y confundida, mire a mi alrededor viendo todo blanco y con olor a amoniaco.
Supe que estaba en el hospital en cuando una señora de mediana edad entrando por la puerta con bata blanca.

-Bunos días Bella- dijo sonriente.

-¿Que ha pasado?- pregunte.

-Veras, has tenido un accidente hace dos días, has estado en coma estos dos días por un buen golpe en la cabeza, pero gracias a dios solo tienes algunos huesos fracturados y un pequeño golpe en la cabeza que por algunos momentos te sentirás mareada.

Asentí.

-¿Mi madre esta bien?- por alguna extraña razón al despertar no me sentía bien, un peso se puso en mi pecho haciéndome el cuerpo pesado.

Me miro fijamente a los ojos y luego trago sonoramente saliva- Desgraciadamente el golpe fue por su lado y ella sufrió más daños que tu, si cuerpo no resistió- dijo

-¿Esta muerta?- susurre inaudiblemente.

-Lo siento- dijo agarrándome de la mano.

Una lagrima rodó por mi mejilla. Tendría que sentirme bien, por fin me había librado de tanto sufrimiento en mi vida, pero en cambio me sentía culpable, culpable por que yo la había matado.

Dos almas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora