único.

374 32 16
                                    

Sus embestidas eran fuertes, rudas, sus frentes sudorosas, y gemidos, casi inaudibles de el mayor era lo que se escuchaba en dicha habitación.

El pelinegro empleaba una fuerza increíble en ellas, entraba y salía de la cavidad de el castaño, y Taehyung, bueno él sentía que estaba en el mismísimo cielo cuando el miembro de su esposo llegaba a tocar su punto dulce de una manera tan placentera. Las corrientes eléctricas recorrieron su espalda y se sintió desmayar cuando llegó a su tercer orgasmo.

Pero... ¿Cómo llegaron a esa situación?

Una hora antes.

Jungkook llegaba a su casa después de un largo y agotador día de trabajo, le dolía la cabeza a mil, su estómago crujía por el hambre y el mal humor que llevaba era tenaz. Después de bajar de su auto, y estacionarlo dentro del garaje de su hogar entró por la puerta de este mismo y llegó a la cocina, el olor a lasaña alboroto sus sentidos y sintió babear su boca.

Ahí estaba, su adorable esposo tarareando una canción mientras terminaba la cena.

Dejó su maletín sobre la mesa, desamarro su corbata y se acercó a su el para darle un abrazo y un casto beso en los labios.

—¡Mi amor! —se sorprendió el mayor— Llegaste más temprano —se lavó las manos en el fregadero y correspondió al abrazo.

—¿Por qué te sorprendes? ¿Esperabas a alguien más? —quito los brazos de el mayor de su cuello y lo miro esperando una respuesta.

—Dios, claro que no, no seas ridículo. Solo que sueles llegar cuando yo ya estoy dormido y es una sorpresa que llegues temprano.

El pelinegro rodó los ojos y plantó un beso en la frente de el castaño. —Trataré de llegar más temprano de ahora en adelante.

—Espero sea un hecho — le sonrió con dulzura —Ahora ve a lavarte las manos, te serviré de comer, y ah- — se volteó para mirarlo otra vez — Tenemos que hablar.

Jungkook quedó confundido. ¿Qué hice ahora?

***

—Gracias mi amor, la cena estuvo deliciosa — agradeció Jungkook.

—Verdad que sí. — sonrió el castaño.

—Y bien... ¿De qué quieres hablar? — soltó de la nada el mayor y Taehyung solo se removió incómodo en su silla.

—Creo que ya es momento de tocar el tema otra vez —lo miró para posterior tomar las manos de su esposo entre las suyas y decir; —¡Quiero un bebé! —y Jungkook sintió todo venirse abajo y palideció ante la idea repentina (no tan repentina) de una cría.

—No. Ya sabes que mi respuesta siempre va a ser no. —el menor se levantó de la mesa dispuesto a irse pero Taehyung no planeaba terminar la conversación tan pronto.

—¿Por qué? ¿Por qué no quieres tener un bebé conmigo? No soy lo suficiente atractivo para tener un hijo tuyo... —susurró lo último para sentir lágrimas adornar su rostro. Jungkook no supo ni como ni cuando pero ya estaba abrazando al mayor mientras plantaba besos en su cabeza y trataba de calmar su llanto.

—Me encantaría tener un bebé contigo mi amor, no digas eso —se agachó a la altura del castaño, tomó su rostro entre sus manos y lo obligó a mirarlo a los ojos —Eres hermoso, el hombre más hermoso del mundo y soy afortunado de tenerte como mi esposo, pero no estoy preparado para la paternidad, no sabría como hacerlo, está mi trabajo y muchas otras cosas, no sabría como llevar todo a la vez, no quiero perderte por eso.

—Yo tampoco sabría ser un buen padre, pero estamos los dos, podemos aprender juntos —sonrió con delicadeza mientras sollozaba. Jungkook se enderezó y pareció pensarlo por un momento, Taehyung es el hombre de su vida, había complacido todos sus caprichos durante todos los años que han estado juntos, pero este, era uno que traería varias pruebas y sacrificios por hacer, como el no poder estar con su esposo por nueve meses, más la dieta, más el tiempo que tendrían que invertir en la crianza y cuidados del bebé.

Sería mucha presión para él, pero tenía que intentarlo, hacer feliz a el hombre que ama, y darse la oportunidad de formar la familia que nunca tuvo. Por eso, cargó a el castaño entre sus brazos y dijo:

—Vamos a hacer bebés Taehyungie.

***

A penas entraron en la habitación el menor tumbó al castaño a la cama y se ubicó entre sus piernas despojándole de toda su ropa, Taehyung solo jadeaba ante los toques de su esposo, no más con eso sentía que podía llegar al orgasmo y ni siquiera la había penetrado aún.

Jungkook paro sus movimientos y se levantó para mirar al mayor, su respiración errática, su cuerpo desnudo, sus pezones erectos, la humedad que salía del medio de sus piernas hicieron que su miembro doliera, quería enterrarse en él y no salir nunca.

Empezó a desnudarse, su saco, su pantalón, sus zapatos y por último su camisa. Taehyung miraba atento los movimientos de su esposo, está casi, desnudo ante él y sintió sus mejillas enrojecerse, no es como si no lo hubiera visto desnudo antes, pero Jungkook se había quedado quieto mirándolo, con la mirada oscura y llena de deseo que por un momento sintió terror, pero ese sentimiento cambió cuando de un solo movimiento Jungkook bajo sus boxers liberando la grande erección que traía, la punta se veía apetecible, las venas sobresalientes de el, y el líquido preseminal goteando de la punta lo hizo mojarse aún más.

—¿Te gusta lo que ves? —preguntó el pelinegro mientras se posicionaba encima del mayor de -nuevo sin aplastarlo. Sin embargo, Taehyung no respondió. —Vamos, te hice una pregunta. —habló mirándolo serio.

—Sí. Me encanta mi amor. —respondió tomándolo del cuello y besándolo con deseo, y Jungkook no dudo en corresponder con la misma intensidad. Sus lenguas se encontraban en una guerra que ninguno planeaba perder, pero el menor salió vencedor. Ambos jadeaban de deseo, ambos deseaban ese hijo, ambos se deseaban más que nunca.

Jungkook tomó su miembro con la mano y lo alineó en la entrada del mayor, agachó un poco más su cadera y lo penetró de una sola estocada provocando que el castaño gritara de dolor y las lágrimas empezarán a llenar su rostro.

—Avísame cuando estés listo —plantó un beso en sus labios y el mayor asintió en respuesta. Después de unos segundos Taehyung empezó a mover su cadera y Jungkook supo que ya era hora.

Ambos se movían al compás, los gemidos inundaban la habitación, maldiciones salían de la boca de el menor, se sentía tan jodidamente bien, hace tanto no intimaba con su esposo y ahora quería quedarse así para siempre. —Jungkook-ah, más rápido —pidió el mayor en su oído cuando sintió que bajaba la intensidad de sus embestidas. Ahora se movía de un lado a otro trazando círculos buscando "algo" hasta que el mayor soltó un "oh Dios sí, ahí" y supo que lo había encontrado. Ahora sus estocadas eran más fuertes, Taehyung gemía sin pudor alguno, estaba llegando a su punto.

—Oh mierda, estoy tan cerca —aviso el menor cuando sintió que su abdomen se contrajo avisándole su primer orgasmo.

—Y-Yo también mi amor —y una sonrisa malvada adorno el rostro del pelinegro, bajó nuevamente el ritmo de sus embestidas y el castaño frunció el ceño —No No, quiero tener mi orgasmo, Jungkook por favor.

—Ruégame —dijo. el mayor lo miró indignado.

—Maldita sea Jungkook, por favor, déjame correrme —acercó su boca a uno de los pezones del mayor y lo chupo de él ocasionando un ruido obsceno mientras seguía embistiéndolo, y eso fue suficiente para que el mayor se corriera de manera desprevenida provocando que Jungkook también lo hiciera.

Jungkook salió de el mayor y estaba apunto de levantarse de la cama cuando Taehyung habló: —¿Qué haces? —pregunto.

 —Iré a cambiarme para dormir, ¿Por qué? —lo miro con confusión.

 —No, ven aquí —le extendió su mano y Jungkook la tomo entre la suya para que el castaño lo empujara y quedará encima de él otra vez —Sólo te has corrido una vez, tenemos que hacerlo varias veces para que las probabilidades sean más altas —y Jungkook supo que sería una larga noche.

¡𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐮𝐧 𝐛𝐞𝐛é! 愛 𝐤𝐨𝐨𝐤𝐭𝐚𝐞 +𝟏𝟖.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora