Zoe

Un día, Zoe, me levanto entre lágrimas. -¿Qué pasa Zoe!? Es otra de tus bromas?- Le dije preocupado. Ella solo me miró y lo siguiente que me dijo, paró mi corazón: -Jackson me violó-. Estuve llorando con ella un buen rato. Le pregunté si mamá estaba en casa y me contestó que no, que por eso me lo había contado. Yo sinceramente no lo entendía, intentaba no creerle, pero es mi hermana. No puedo dudar de ella. -Zoe, cuéntame todo, yo te escucho..-

–La primera vez que vi a Jackson, se me hizo un chico muy bonito, solo tenía 10 y no entendía bien lo que sentía por él. Solo sé que el sentimiento, era real.. Cuando ustedes hablaban, yo los espiaba. Sabía todo de él. Su color favorito, en donde vivia, sus sueños,.. Una de esas cosas me llamó mucho la atención, le encantaba el basket. Me puse manos a la obra y me volví demasiado buena en ese deporte. Los días pasaban y hablaba más con Jackson. Entablamos una linda amistad y se volvió mi segundo hermano. - Mientras ella seguía hablando, en mi cabeza solo pasaba una horrible duda que no parecía querer resolverse sola.. ¿Por qué nunca lo noté? – Cuando tu no estabas, él me escribía, me mandaba regalos y me hacía recordar lo mucho que me quería. A veces me tocaba y me mordía, eso no me gustaba pero me daba miedo decírselo y que se vaya de mi lado. A diario aguantaba sus fetiches. Una vez, me convenció para tener relaciones. Me sentía tan perdida pues, luego de eso no me volvió a hablar, ni me miraba! No podía pedir ayuda.. mamá estaba ocupada trabajando y tú estabas estudiando. Ya no comía y si lo hacía, vomitaba. Pensaba que tal vez se alejó de mí porque era muy gorda. Pero, por más que hacía todo para volver a gustarle, él ya no me amaba, nunca lo hizo. Solo me usó. Eso lo comprobé cuando cumplí 11. Tal vez no lo recuerdes porque estabas en un campeonato de matemática y llegaste después de que todos se fueran. Jackson me violó, me pegó y me dijo que no servía. Solo era una niña. Y era mi cumpleaños! Al día siguiente te lo quise decir pero ya parecías muy estresado. No te fue bien en el campeonato. El me violó un par de veces más y nunca pude decírtelo porque estabas ocupado. Callum, quiero que sepas que no estoy para nada enojada contigo. Sé lo mucho que quieres estudiar y sé sobre el espíritu competitivo que tienes. Creo que nunca pude vivir feliz los últimos años de mi niñez. Cuando comience la adolescencia, ya habré perdido demasiada dignidad. –

Mi alma ya se había desvanecido, estaba estupefacto con el relato de mi hermana. La duda estaba siendo procesada. Nunca lo note porque no me preocupaba de mi hermana. Siempre priorice los estudios. Le dije: – Y si yo no podía escucharte, por que no le dijiste a mamá? –

Si le dije, pero no me creyó.- me respondió. Que clase de madre no creería a su hija si le dice eso entre sollozos!? – Hablaré con mamá cuando vuelva y juntos denunciaremos a Jackson para que pueda estar tranquila. Hermanita, es inefable el dolor y culpa que siento por no darme cuenta todo lo que te pasaba. Perdoname, te lo ruego. Haré todo lo que esté a mi alcance, te lo prometo. – Callum..- dijo ella. – Solo quiero que me prometas que no le dirás a nadie esto, solo sigue con tus estudios. Es lo más importante para ti. Yo ya estoy bien. Solo protegete, hermano. No eres culpable de nada, te amo.- Puse mi mano encima de la de ella y quise ir a abrazarla, pero me di cuenta que con la que hababa, no era Zoe, ni era una persona, era un alma desapareciendo. Me puse los zapatos y salí corriendo en busca de alguien dentro de casa. Nada. Llamé a mi madre y me contestó una señorita. Mi madre estaba en el hospital. Salí para buscar algún taxi y me di cuenta que aun no amanecía. Eran las 3 de la mañana. Con más prisa llegué a donde estaba mi madre, estaba llorando. Recordé lo que me había dicho Zoe y le pregunté qué había pasado con un tono medio molesto. – Zoe, se fue– contestó mi madre. Mi mente peleaba para que esa correlación de desaparecida en un hospital no sea lo que estaba pensando. Corrí a la supuesta sala donde dejaron a Zoe. Claramente estaba ahí mi hermanita. Durmiendo como si estuviera en casa. Me alivié porque sabía que no estaba desaparecida en un hospital. Sonreí, y lo entendí. Mi hermana había fallecido.

Tardé un rato en asimilarlo pero ya estaba llorando desde mucho antes. Cuando escuché unos pasos que parecían dirigirse a la sala donde estaba, limpié rápidamente mis lágrimas, volteé y vi a Jackson. Tenía un ramo de flores y estaba solo, fue un momento incómodo y él lo sabía. – Qué haces acá- le dije – Pensé que nadie estaba adentro. Quise despedirme.- me contestó – violandola otra vez?. - añadi. – Ya lo se todo Jackson. Y me das asco. Con mi propia hermana satisfacias tus placeres sexuales. – De que estas hablando Call? Zoe era mi familia. Nunca le haría daño. –Mientes. Maldito violador.. tus actos fueron horrendos y debes morir. –Call.. no sé de qué hablas- dijo Jackson. Llegó mi madre preguntando que pasaba entre los dos. –TU Y JACKSON FUERON CÓMPLICES DE LA MUERTE DE ZOE. ELLA ME LO DIJO TODO.. tu fuiste una horrible madre por no creerla y tu un amigo de mierda.. violaste a mi hermana y todos deberían saberlo.-

Mis ojos ardían de ira. Sabía que esto era extraño –No puedes acusarme así, esperemos la autopsia.- comentó Jackson. Pasaron los días y yo aun no olvidaba las palabras del alma de Zoe. Ahora yo me siento igual que ella. Y solo quiero saber la verdad.

Zoe