Estoy sola en esta lluvia,
me alejo, me voy,
me entrego al dolor,
no tengo la fortaleza necesaria
para vivir el hoy.
El pasado me sostiene los pies,
y el futuro la cabeza,
mientras dejo que mis gestos se congelen
no encuentro un lugar para el presente.
Mi cara está en peligro de extinción
de tantas veces que quise acabar con ella,
y los pedazos de mi alma se agotan
de tantas veces que los puse a la venta.
Estoy sola en esta lluvia,
porque la lluvia es mi única amiga,
la única capaz de entender el significado real de la tristeza
y de limpiar mis heridas con la delicadeza de una madre atenta.
El silencio ensordecedor es opacado
por el ruido de las gotas cayendo
y ya no necesito un encendedor para iluminar mi espacio interno.
Estoy sola en esta lluvia,
y cuando dejé de llover lo seguiré estando,
pero no te preocupes,
estoy intentando aceptarlo.