𝐀 𝐌𝐄𝐗𝐈𝐂𝐀𝐍, 𝐇𝐔𝐇? © | Miguel Mora

Capítulo 14

Al fin, otro día menos de mi vida (inicios de esquizofrenia).

Me desperté con más sueño de lo que tenía ayer, bueno, yo siempre, no es novedad ello. Luego, pinche celular que no es de mucha ayuda, notificación tras notificación no chinguen. Son las doce del medio día,  así que aún es temprano, Amonos. Entre en Instagram con un poco de dificultad por la luz de la pantalla.

Jacob hizo una publicación donde sale mi gato sobre el fregadero de la cocina y al pie de la foto puso «Que sucia eres @emmareyes.m fui para tu cocina y encontré una rata en el lavado. Menos 5 estrellas *carita enojada*»

Bueno, después de muchas menciones y comentarios dónde mis amigos le dicen rata a Wiwi me tuve que ir al baño para ducharme ya que era miércoles y si no me tendría que ir mañana, no recuerdo a qué hora quedé con los chicos. Espero se dignen en venir por mi. No tarde mucho en bañarme, y como es de costumbre me puse pijama. Camine a mi cama y tome a Wilson para después salir de mi cuarto.

──Buenos días, estrellita. Hasta que te dignas en levantarte ──me dice Daniel cuando bajo las escaleras.

──Si, y aún es temprano.

──Claro que si, y para ti, ¿a las casi dos de la tarde? Loca.

──Soy esa hermano ──respondí.

──Estos chavos de hoy en día ──niega suspirando.

──Cálmate, como si tuvieras treinta. Te hace daño el hecho de que cumplirás diecinueve ──voy a la cocina.

Escucho que camina tras mío (me anda siguiendo, AYUDAAAA).

──Poco, invitaré algunos amigos ──se sienta en los bancos de la barra.

──¿A poco tienes amigos? Me sorprendes Daniel ──me sirvo un vaso de soda y en cuanto sentí el sabor lo escupí todo en Daniel que está frente mío.

──¡NO!, ¡Es es nueva! ──se levanta y toma las servilletas ──. Que hija de put*a, lo hiciste a propósito, ¿verdad?

──Claro que no pendejo, es que esa madre, ──arrugo la nariz con desagrado ── ¿qué demonios es eso? ──dejo el vaso como sí de un bicho se tratará.

¿CR7?

──Es un té de canela, dice mi tía que es para las malas vibras y toda esa mierda. Ya sabes, para atraer el éxito y alejar las energías negativas.

Asiento.

──Necesitamos correr a mi tía de la casa, nos matará un día de esto ──bromeó

──Con usted, hermana ──chocamos los puños ──. Iré a cambiarme y después a la chamba que ayer no fuí.

──Okay, suerte en el trabajo. Por cierto, ¿y los adultos?

──Nuestro papá esta en el garage con mi tío y mi mamá en el jardín mientras que Karla se está ahogando en la piscina ──ríe.

Si, es que Karlita no sabe nadar tan perfectamente. Ella me representa, solo si no están profundo el lugar me animo

──Ahre, nos vemos ──dije y salí de ahí.

Mire que Wilson bajaba las escaleras y lo espere para después cargarlo y salir para el jardín. Su pinche madre, tremendo calorón que hace. Lo bueno del lugar es que hay sombra así que no está tan malo el día.

──Buenos días ──bromea Karla.

──Síguele y te empujó para que te ahogues ──la señaló.

──¿Tu gato nada? ──pregunta.

──Y mejor que tú.

Es que si, él Wilson se hecha unos clavados que son diez/diez. Tremendo el gato, falta que sepa cocinar. Así ya no contrato en empleadas y que Wiwi prepare también mi comida y así no me preocuparé con que me aparezca un cabello en lo que desayuno.

──Ay no, ese gato todo feo.

Fea usted, pinche vieja hija de su put*a madre. Deje a Wilson que la desconozco. Nunca se meta con lo que me pertenece, y menos un hijo mío y esposo.

──No empiece tía, si está más bonito que el disque perro que tienen ──atacó.

──Ay, no. Me da cosa ver su piel seca.

Seca sus patas qué, pinche vieja. Oila namás, por eso me cae medio mal por qué ataca mucho a mi bebé. Y es una víbora de primera.

──Es piel fina. Algo que no conoce ──tomo asiento.

──Bueno, dejen de discutir por ese gato y mejor hablemos de lo que haremos el viernes

Pues mi mamá nos empezó a decir que haremos para el cumpleaños de Daniel, originalmente su cumpleaños cae en sábado pero lo haremos en viernes ya que saldremos en familia y como dijo mi hermano, sus amigos vendrán ya que aún falta un mes para que entren en la universidad para su segundo año

──[...] tamales ──dice mi mamá.

Ay caray, eso sí me interesa.

──¿Qué?, ¿dónde? ──miro a los lados

──Para el viernes, aún que Daniel dijo que mejor chilaquiles.

──No, yo si quiero tamales, mami ──digo.

──Ni modo, tu hermano decide ese día.

──¿Entonces en mis quince podemos dar pan y café?

──Tampoco te pases, matarás de hambre a los invitados ──habla mi tía.

──No será funeral, Emma.

Por desgraciado no será tampoco el mío.

──Mejor. Será más para mí.

──Ay, no ──mi mamá niega.

Ya al final mi mamá se quedó hablando con mi tía ya que ellas cocinan, yo solo ayudaré en que la comida no se desperdicie. Después de que me aburrí de escucharlas y me metí al agua con todo y pijama, chingu*e su madre. Y luego jale a Karla para que se metiera, la pendeja trago del agua y se estaba ahogando.

──Ay güey ──dice y toma una gran bocanada de aire ──. Avísame para la próxima.

──No aguantas nada, creí que ya sabías nadar.

──Si, pero no estoy preparada para cuando una pendeja me meta de una a la piscina ──toca su garganta.

──Ya, ya. ¿Pero estás viva, no? Confórmate con eso.

Seguimos durante varios minutos en la piscina hasta que me acordé que tenía que alimentar a Wilson y salí del agua para después tomar la toalla que trajo Karla y llevármela. Ella se quejo pero la ignore (como siempre) y me lleve a Wiwi para la cocina y darle un sobre de atún creo que era, y agua también. De paso pues ya que estaba allí tomé unas galletas y me senté en el suelo aún lado de donde está Wilson comiendo para hacerle compañía.

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