Mañana en la casa Sano

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↑↑🍙- Historia basada en un hilo sacado de pinterest -🍙↑↑

Takemichi x Mikey

1363Palabras

Takemichi se removía suavemente entre las blancas sábanas que le refugiaban del frío de aquella mañana, suspirando satisfecho ante la sedosa tela que le daba confort

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Takemichi se removía suavemente entre las blancas sábanas que le refugiaban del frío de aquella mañana, suspirando satisfecho ante la sedosa tela que le daba confort. Su mano se movió lentamente sobre la pequeña cama hasta topar con la suave piel de Mikey. Aun con los ojos cerrados, rodeo la cintura de Mikey con un brazo y lo atrajo hacia él para poder envolver el delgado cuerpo entre sus brazos, en un intento de transmitir calor mutuamente. Abrazaba por la espalda al contrario, con la nariz enterrada entre los mechones rubios, aspirando el suave aroma a manzanilla y miel que estos desprendía, sus piernas se enredaban de a poco, juntando más sus cuerpos, y acariciaba con cariño la piel que estaba a su alcance.

Después de unos segundos abrio los ojos algo adormilado, recibiendo de primera los rayos del sol teniendo que cerrarlos un rato. Cuando por fin se acostumbró a la luz que entraba por una ventana, se incorporó lentamente, dejando de abrazar a mikey y desenredando sus piernas, todo cuidadosamente para no despertarlo. con una de sus manos tallo su ojo mientras bostezaba, sentía su cuerpo algo pesado y la espalda le dolía un poco, seguramente causado por la noche anterior y el haberse dormido tarde.

Un movimiento a sus espaldas llamó su atención, Mikey, aun dormido, se había movido quedando boca arriba. Takemichi se volvió a recostar lentamente, apoyando su barbilla en su puño se inclinó un poco, quedando frente a frente con Mikey. con su mano libre acarició su enredado cabello rubio para luego bajarla hasta su suave mejilla, tintada con un leve rosa gracias al frío, viendo enternecido como este se restregaba levemente contra la palma de su mano, en busca de más caricias, más de su calor. Movió su pulgar a sus rosados labios, una suave caricia, casi un simple roce, luego movió su pulgar hacia la comisura de los labios ajenos, limpiando un pequeño rastro de saliva que caía por ahí.

Siguió apreciando el delicado rostro de su novio, Mikey era bonito, muy bonito. Con su suave piel de porcelana, que durante estos días de invierno se tintaba de un leve rosa pálido en las mejillas y la punta de su linda nariz respingada, algo que combinaba con sus labios esponjosos y rosados. Su largo pelo rubio, que gracias al shampoo traía consigo un leve olor a manzanilla y miel. Y sus lindos ojos negros, tan profundos que te atravesaban el alma, decorados con unas pequeñas pestañas rubias.

El estómago de Takemichi rugió, sacándolo de su ensoñación, ya había amanecido y su estomago exigía por alimento, pero decidió esperar. El nerviosismo empezó a inundarlo mientras pasaban los minutos, tenia mucha hambre. Le gustaría ir a la cocina a hacer el desayuno pero un sentimiento de pena lo paraba, por algún motivo, desconocido hasta para él, le daba vergüenza ir a la cocina, aun cuando ya había estado miles de veces ahi. Suponía que en parte era por los hermanos de Mikey, con emma se llevaba bien así que no había problema, pero los hermanos mayores eran algo diferente, Shinichiro era agradable y amable, pero no lo conocía lo suficiente, y izana... izana simplemente le daba miedo.

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