Capítulo 5.

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❛❛ Minjeong debe aceptar la cruel realidad (días previos al desastre). ❜❜

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Cuando su madre irrumpió en la habitación bajo la excusa de entregarle una rebanada de pastel, Minjeong se vio en la obligación de tragarse todas las lágrimas que exigían seguir cayendo por la ley de la gravedad y su estúpido corazón roto, sonriéndole como si fuese un modelo de revista que acababa de recibir un contrato con Gucci. Aparentemente, su abrupta entrada a casa y la firma en que ignoró a sus hermanitos gemelos fue suficiente razón Lara hacerle saber a los invitados que algo estaba mal. ¿Pero qué podía contestarle a su madre sin decir la verdad? ¿Siquiera estaba considerando la idea de confesar su máximo secreto? ¿Sería tan valiente como para aceptar abiertamente que le gustaba una mujer?

No puedo. Quiere gritar. Quiere llorar. Quiere abrazar a su madre y rogarle perdón.

Perdóname, mamá. Perdóname por ser así, por convertirme en un desviado... Perdóname, por favor.

Sin embargo, las únicas palabras que abandonan sus labios son mentiras tejidas por años de experiencia.

ㅡEstoy sensible por la transferencia ㅡcomenta mientras se lleva a la boca un pedazo de la tarta de nuez y manzana, inclinando su cabeza hacia el sobre perfectamente colocado encima de su escritorioㅡ. ¿Crees que fui aceptado? ¿Es muy tarde para cancelarlo?

La mirada de su madre se siente como agujas incrustadas a lo largo de su cuerpo.

ㅡSi no quieres irte, siempre puedes decirlo, Jjeong-i.

Lo sé.

ㅡ¿No te molestarás? ㅡdecide preguntar en su lugar, dándole otro mordisco a la rebanada. En su interior comienzan a asentarse en la parte baja de su faringe, consciente de lo absurdo del tema y la clara desviación que trata de llevar para evitar sus verdaderas preocupaciones. Si su mamá se da cuenta, finge creerla por el momento.

ㅡJamás, bebé ㅡrespondeㅡ; si decides irte lo aceptaré, si decides quedarte también. No existe ninguna razón por la que deba molestarme contigo, ¿está bien?

¿Y si te dijera que no me gustan unicamente los chicos? ¿Seguirías siendo tan buena conmigo?

ㅡSí, mamá... Gracias por esto ㅡseñala los aperitivos con una pequeña sonrisa adornando sus comisuras.

La mujer asiente, acercándose un poco hasta que sus labios se presionan ligeramente en la frente de Minjeong, regalándole luego una caricia a su mejilla.

ㅡEres mi mayor orgullo, Minjeong. No lo olvides.

Se queda sola unos minutos después.

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Resulta que Minjeong siempre ha sido fanática de los personajes bidimensionales y todo lo que se llamaría ser parte de ese mundo animado. A la edad de cinco años, su padre la llevó a una convención de Mazinger Z, decidido a explorar la maravillosa creación del profesor Jūzō Kabuto, sin saber que su hija desarrollaría su primera obsesión a partir de ese momento: el anime. No lo recuerda muy bien, pero sabe que pasó horas gritando a todo pulmón canciones que no conocía y frases que eran todo menos las dichas en la serie.

Entonces, Minjeong se considera a sí misma como una otaku. Nunca se ha avergonzado del título, sencillamente porque no existen bases que sustenten lo dicho. Incluso así, jamás se imaginó que obtendría en menos de una semana el cosplay encarnado de Genma Saotome transformado en panda, especialmente porque su rostro parecía imposible de llevar orejas tan profundas y oscuras.

❛❛𝙻𝙰𝚂 𝙰𝙼𝙸𝙶𝙰𝚂 𝙽𝙾 𝙷𝙰𝙲𝙴𝙽 𝙴𝚂𝙾❜❜ ㅡWinrina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora