𝑴𝒀 𝑫𝑶𝑪𝑻𝑶𝑹【Bughead】

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BETTY COPPER

Estaba en la cocina murmurando una canción mientras preparaba la salsa de tomate para la sopa que estaba haciendo, no faltaba mucho para que mi esposo llegara y pidiera algo de comida, trabaja desde muy temprano y a veces no tiene tanto tiempo para comer.

Sobre salte al sentir una manos en mi cintura, era mi esposo.

-Joder, Jug- dije en un saltito.

-¿te asuste?- pregunto escondiendo su rostro en mi cuello.

Asenti y me gire para ver esos hermosos ojos azules, le sonreí y bese sus labios tiernamente.

-¿Cómo te lo puedo compensar?- dijo refiriéndose a que hace unos segundos me había asustado.

Pensé- Puedes darme... una pastilla para el dolor de cabeza- sugerí.

-¿Te sientes mal?- dijo quitándome la cuchara de la mano para mover la salsa.

Asentí- un poco, me duele la cabeza.

El dejo el cucharón a un lado y me abrazo, tomándome de la cintura y atrayendome a el, se separo un poco y puso su calida mano en mi frente y luego en mis mejillas.

-No tienes temperatura, probablemente es estrés, o la mala iluminación- dijo mirando el foco de arriba, tenía la luz anaranjada prendida- ¿Por qué no enciendes la luz blanca, cariño?

-Me gusta más la anaranjada-murmure.

-Si, pero te hace mal, afecta tu vista y eso provoca las jaquecas.

Hize un puchero y el me sonrió, se acercó a mi en un tierno beso, sus labios son una jodida droga para mi, son un poco gruesos y muy rosados, me encantan, el me encanta.

Me tomó de la cintura y me atrajo a el pegando nuestros cuerpos más, tome sus mejillas y lo separe antes de que siguiera a algo mayor.

-Espera, estoy cocinando- murmure, me gire para mover la salsa -¿Puedes ayudarme?

El soltó una risa-¿Cómo te ayudo?- dijo lavando sus manos.

-¿Puedes mover el filete?- dije y el asintió.

-Claro, chef.

Reí ante el nombre y bese su mejilla.

Seguimos cocinando hasta que terminamos de comer, el me miro con una sonrisa y me dio un pequeño beso de satisfacción.

-Te quedo muy rico- dijo lavando su plato- delicioso como siempre.

Sonreí-Quedo rico por que tú me ayudaste.

El nego riendo- ¿Vamos a la tina?

Sonreí ampliamente y asentí, deje mi mantel a un lado de la cocina y camine tras de él a nuestra habitación.

Nuestro matrimonio se basa en, sexo, amor, más amor y más amor, normalmente vemos películas y reímos, leemos libros o salimos a pasear, pero joder, quedarse en casa tiene sus ventajas, muchas ventajas, y las ventajas están por todos lados.