Amor no correspondido

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Todo su mundo se había caído en pedazos. Poco a poco sentía como su vista se nublaba llena de lágrimas que no dejaban de caer por sus mejillas. Mientras veía la borrosa imagen de su mejor amigo tomado de la mano con su novia.

No es como si no lo esperara, hace mucho tiempo había sido cómplice de los planes y juegos de confesión que le pedía su mejor amigo para poder declararse a la persona que le gustaba. Pero nunca se esperó este final. Sus malditas ilusiones y pensamientos le habían jugado una mala pasada y ahora aquí se encontraba. Con el corazón hecho mierda y la cara mojada de lágrimas.

Arrugaba con desesperación la triste carta de confesión que le había costado mucho armar debido a su falta de cuidado en las manualidades. Creyó que sería suficiente. Pero al ver todo lo que le había hecho esa peli rosada a su mejor amigo, se veía desde lejos lo diferentes que eran.

Bastó sólo ver como ambos chicos salían de la clase 2-A, donde supuso que ocurrió la tan esperada confesión de kirishima para echar a correr lo más rápido del lugar y no ser visto por nadie más.

O... eso fue lo que creyó, ya que de camino a los baños una chica lo interceptó, chocando bruscamente contra ella.

Al momento de impactar, el quirk de la más pequeña se vio involucrado haciendo aparecer una extraña escarcha dorada alrededor del rubio.

El rubio tocio al respirar esa horrible cosa que había salido de la palma de las manos de la chica quien rápidamente se disculpó por lo ocurrido. Sin embargo, el rubio algo enojado la empujó hacia un lado haciendo que se chocara contra la pared.

—Ouch! —chillo molesta estando a punto de gritarle hasta que le vio la cara...

—K-katsuki.. Bakugou?? —le preguntó con su voz femenina. El nombrado levantó la mirada sin reconocerla, se trataba de una chica peliroja de cabello largo y suelto, vestía el uniforme de la academia y supuso que pertenecía a las clases de curso general ya que nunca antes había visto su rostro. JA, una simple extra más....

Una simple extra que lo estaba viendo llorar...

—Vete y déjame solo. —respondió lo más frío y cortante que podía ser en ese momento. Odiaba que lo vieran débil.

—T-Te puedo ayudar ?

—Que te importa! Solo lárgate, que no me oíste!?!— le grito enfadado tratando de intimidar a la peliroja.

La chica lo miró aterrada temblando de miedo por la agresiva actitud del rubio.

—No sé lo que te habrá puesto así... pero debes saber que hace un moment-

El rubio la miro mucho más enfadado gruñendo mientras arrugaba el papel entre sus manos.

—Puedes irte y perderte de una vez? No necesito frases motivadoras de mierda en este momento —estaba cansado de toda esta tontería, quería salir y escapar de todo.

—Así que... te rechazaron? —Dijo la chica mirando la carta que tenía el rubio en sus manos,él cual se encogió avergonzado terminado por explotar su carta en las manos.

—Te equivocas —Mintió, tratando de ocultar sus sentimientos que fueron fácilmente percibidos por la peliroja.

Ahora que sabía que era lo que tenía con ese genio al rubio, decidió quedarse.

—Se puede saber quién es? —preguntó tomándolo del hombro.

—No es de tu incumbencia.—Dijo el rubio apartando la mano de la chica.

—Mmm... Bueno igual no es necesario saberlo ahora.

—A que te refieres idiota? Piensas adivinar?

—No... tú mismo lo descubrirás, creo que te hace falta descansar un poco, nada más.

—Déjame solo —contestó con la voz rota.

—Búscame cuando hayas descansado un poco —Le respondió

—Tsk, qué te hace pensar que iré a buscarte extra?

—Ya lo sabrás, a veces hay que soñar... no es así? —Sonrió la contraria ganándose una mirada enojada de Bakugou.

—Ni en tus sueños niña estúpida. —Ella solo rio un poco como respuesta antes de retirarse y perderse entre los pasillos de la escuela.

Luego de ese inesperado encuentro, el rubio camino hacia los dormitorios. Aún triste entro a su habitación, no sin antes ver hacia la puerta de su compañero de piso, deseando que todo lo que vio antes haya sido tan solo un mal sueño.

Una vez dentro se tiró a su cama desahogando todo lo que se había guardado durante horas. Quien iba a creer que un chico tan rudo y modesto como él estaría en ese momento llorando como un niño desolado por no ser correspondido por el chico que durante todo un año, había deseado tener a su lado.

Era tanta su cercanía hacia Kirishima que por mucho tiempo había confundido ese amor que sentía con la amistad que tenía con el pelirrojo. No fue hasta que este mencionó que le gustaba una chica, para que Bakugou comenzara a notar los verdaderos sentimientos que tenía hacia él. No era normal estar celoso, estar a su lado todo el tiempo, querer tocarlo... de formas que nunca habría imaginado hacer con nadie más ...

Pero ya era tarde... el corazón de Kirishima le había sido arrebatado por otra persona y ahora estaba viviendo las consecuencias de haberse enamorado de su mejor amigo...

Llorando se cubrió con la frazada que tenía cerca y en un par de minutos, dejó este mundo atrás para vivir en un mundo muy lejos... un mundo del sueño.

Fairy tale -kiribakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora