El estruendo y destello de un trueno hizo que me despertara, mi ojos veían como las cortinas de las ventanas estaban completamente abiertas, el estúpido de Mark jamás las cerraba, según el por el cansancio que tenía al volver de su despacho luego de terminar con su trabajo, un idiota completamente, saque su mano de mi cadera y me acerqué a una de cortinas, empecé a cerrarlas nuestra ventana era del porte de la habitación que era muy grande, a Mark le encantaban las casas modernas o eso pienso, todas las casas en la que vivimos era de esa fachada, termine de cerrar la primera cortina y me acerque a la otra, cuando estaba por cerrarla completamente un trueno mucho peor al otro se escucho asustándome en el proceso haciéndome gritar y caer en ese instante.
-¿Cariño te encuentras bien?-dijo Mark levantándose exaltado y acercándose a ayudarme.
-Si si, aléjate ahora- le dije poniendo mi mano en su hombro para alejarlo
El agarro mi muñeca con fuerza y se acercó a mi odio.
-Te estoy hablando bien así que trátame con respeto si no quieres que termine mal la noche-
Fue ahí cuando decidí que no quería hacerlo enojar y lo dejo llevarme a la cama y abrazarme era estúpido intentar pelear con el sabía que la que terminaría perjudicada era yo.