Privatizaciones de los 90

Encontré un rato para descansar y prendí la televisión.
"ULTIMO MOMENTO: se confirma el proyecto de privatización del ferrocarril"

Ni un día de tranquilidad puedo tener.
Cuando uno tiene el sueño desconfigurado por necesidad de laburar; cuando uno no tiene opción más que hundir su rutina en el trabajo; cuando uno llega justo a fin de mes, no le es tan agradable escuchar cómo te quieren joder tu única fuente de ingresos.
Los vecinos seguro deben estar entusiasmados, los medios aparentan un progreso económico.—Claro, total a ellos no les mueve ni un pelo quién administre las vías ferroviarias.

—Todos nosotros sabemos en qué va a terminar esto.— Se quejó uno de los otros maquinistas.

—Mucha propaganda, mucha pinta , pero en la práctica son unos flojos... —Agregó el Chacho, nuestro mecánico ferroviario de confianza.— Pobre, él sí que va a quedar en jaque.

Así fue, lo que en el siglo XX había unido al país, ahora lo fragmentaba. Los pueblos quedaron incomunicados; no quedaban estaciones, una falta de mantenimiento indignante.
Ahora era el colmo, ni yo, el mismisimo conductor, podría ir a visitar a su familia al otro lado de la provincia. Hace rato que no veía a la tía Greta o a los sobrinos, y nuestra familia por no tener auto sufrió un montón estas clausuras.
Me entristeció tanto... El tren era mi vida.

Escuchar a los sinvergüenzas admitir que por parte de ellos les faltó exigencia para perdurar la calidad, con un tono liviano, daba rabia.

—Ahh, pero los vecinos petroleros siguen con ánimos, ellos con su Ford Falcon, van a donde quieren — Me quejaba envidiando.

Meses después, en las noticias:
"SE ANUNCIA LA PRIVATIZACIÓN DE YPF"

No quería decir mucho porque no sabía si iban a terminar igual que los de nuestro rubro, o como siempre fueron más chetos, les iban a dar más bola.
Comenzó bastante bien, como ésta desnacionalización tenía un objetivo de por medio, se impulsó mejor: Menem justificó este movimiento con que quería estabilizar el endeudamiento que tenían con los jubilados, la clase pasiva.
Se cotizó en bolsa las acciones de YPF y hubo una etapa de mucha expansión. Parecía ir bien.

"Decae YPF ¿A dónde quedó su competitividad" Leí en el diario. — Sabía que en algún momento los vecinos y yo algo ibamos a tener en común.

Conseguí trabajo en un taller mecánico cerca del barrio, todo gracias a contactos del Chacho (¡Qué buen tipo este Chacho la verdad!)
Extrañé las vías pero le agarré gustito a las herramientas. Poco a poco con mi familia volvimos a una buena economía.
Semanas después veo el Falcon en venta. Genuinamente espero que no la estén pasando muy mal.
La tía Greta cambió de look, ahora brillaba su pelo rubio platinado que tanto volúmen tenía. Los sobris estaban ya grandes, estudiando en época de evaluaciones. Me contaban, entusiasmados porque siempre les gustó lo científico, que desde la reforma educativa tienen más tecnologías para desenvolverse mejor en el laboratorio y así. — No sabés cómo estaban!

Me tomo un café, abro las persianas para iluminar la cocina y me preparo para ir a trabajar. 
Salgo afuera, prendo el motor, y quienes miran con envidia por la ventana ya no era yo, adivinen qué conduzco ahora…