JDS (Finalizada)

Capítulo 9. Parte 6

Capítulo 9. Parte 6

Si la persona involucrada, fuera alguien desconocido, solo lo hubiera pasado por alto como una historia muy ridícula. Pero no, era Seo Jung quien había involucrado a Yeon Woo; lo metió en su mundo a la fuerza y de paso le hizo sufrir un infierno hasta ahora. Es alguien tan atroz como tan capaz de llegar al punto de hacer cualquier cosa para destruir a una persona. Sin embargo... ¿Qué es lo que había hecho Yeon Woo para que Seo Jung difunda una historia tan malévola en la universidad?.

La naturaleza del ser humano nunca cambia. Aunque una persona diga que se arrepiente y que quiere empezar de cero, de ningún modo va a dejar de ser lo que era originalmente. Yeon Woo trató de entender a Seo Jung, pero este jamás tuvo un poco de consideración como un ser humano con Yeon Woo. Nunca le hizo nada y aun así lo apuñaló por la espalda.

Yeon Woo sin quererlo, se vio atado a una vida matrimonial que nunca quiso, y aun así sufrió, todo esto era lo que había planeado Seo Jung. Aun cuando no podía decir que tuviera un matrimonio decente, se juzgó como el malo, como el que estaba fallando en la relación por sentirse atraído por Je Heon.

Para empezar; Seo Jung nunca lo respeto como su esposo en primer lugar. Yeon Woo se había martirizado todo este tiempo por una persona que ni siquiera valía la pena. Yeon Woo lo odiaba, pero más grande era la ira de haberse culpado todo este tiempo. Su ira estaba al tope.

Yeon Woo tenía los ojos rojos, hinchados, pero había un brillo particular. Quería vengarse. Quería venganza, y ese sentimiento lo lleno por completo.

Como una luz parpadeante dentro de su cerebro; Yeon Woo recordó que Seo Jung dudaba su relación con Je Heon, y se había puesto a la defensiva por lo que pudiera pasar entre ellos. Parece que cada ladrón juzga a un ladrón por su condición. Con esto en mente, y sus ganas destructivas de venganza. No le importaban las críticas. No le importaba ser criticado, si podía darle una cucharada de su propia medicina a Seo Jung.

La línea de lo que era correcto o incorrecto se rompió, el deseo que había reprimido por tanto tiempo ya no tenía contención. No había razones para seguir negándose a lo que quería. Yeon Woo no tenía por qué seguir reprimiéndose que deseaba con fervor a Je Heon.

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Ya pasada la mañana, Yeon Woo se llenó de ira y de improperios, no aguantaba más todos esos sentimientos negativos que se arremolinan en su interior. Cuando llegó la noche, a diferencia de cómo pasó todo el día metido en una tormenta de sentimientos que azotaban su interior. La noche en la mansión estaba muy tranquila, como siempre. Cuando se levantó de la cama, el crujido de levantarse de la cama quebró el silencio de la noche.

Je Heon era una tentación fatal y era la más grande fuente de temor de Seo Jung. El querer elegir a Je Heon por voluntad propia, Yeon Woo podría vengarse de forma despiadada de Seo Jung.

Pero, más que una venganza, era una oportunidad. El deseo de venganza hacia Seo Jung era solo una excusa.

Y ahora, esto era algo que no se podía negar. El cuerpo de omega de Yeon Woo lo deseaba.

Esta era la primera vez en la vida de Yeon Woo, el que siempre tenía que reprimir sus verdaderos deseos, esta era su oportunidad de por primera vez querer a alguien y desear a alguien. El deseo era tan intenso, que una vez ya provocado de forma involuntaria, se salió de control. Lo codiciaba, estaba mal, eso ya lo sabía, pero lo ambicionaba.

Yeon Woo abrió la puerta ocasionando un ruido agudo. Salió de su cuarto y subió lentamente las escaleras de caracol hasta llegar al tercer piso. El momento en que se puso en acción es te deseo desviado, fue una emoción que había sentido por primera vez en su vida. Por primera vez, sentía la emoción de estar a gusto haciendo algo.