PRÓLOGO
Ningún ser que sueñe pudo conocer el secreto que se oculta tras los sueños. Creían que esos mundos oníricos no eran más que proyecciones de su propio subconsciente, imaginaciones de nuestra mente finita y humana. La verdad detrás de los sueños nunca podrá ser conocida, porque ningún humano ha conseguido ni conseguirá entender que son los sueños. Aquellos que lo consiguieron dejaron nuestro mundo hace mucho tiempo y se fueron a otros planos donde nuestra comprensión no llega.
Allí le encontrarán, sentado en su sillón del conocimiento prohibido, esperando.
El durmiente, el soberano, pero sobre todo, el soñador.
¿Qué son los sueños? Si no meras ventanas a otros mundos. Pero ¿Cómo podemos abrirlas?
El único que tiene esas respuestas, espera pacientemente al otro lado de la barrera del sueño.
"H' ahf' ahor fhtagn llll fhtagn nglui l' ah mgepmgnnn"
El libro de los sueños 4:23
EL LIBRO DE LOS SUEÑOS
CAPÍTULO 1: WILLIAM
El significado de los sueños siempre es algo que me ha inquietado y fascinado durante mi vida. Todo este tiempo creí que los sueños no eran más que películas de serie B que se reproducen en mi mente para mantenerme distraída mientras dormía. A veces las películas eran de terror y me dificultaban el sueño. Otras, eran tan extrañas que al despertar era difícil saber si eran reales o solo ficción.
A pesar de todo lo que pude haber creído hasta el momento, la verdad iba más allá de cualquier respuesta que pude haber dado. A día de hoy sigo esperando que todo lo que descubrí durante mi investigación sea falso y que todo sea fruto de mi loca imaginación y de las estupideces de gente que está como una cabra.
Por desgracia, cada día que pasa, todo lo que vi cobra más sentido. Cada día que pasa crece en mí un miedo por perder mi cordura y acabar con una camisa de fuerza en un sanatorio. He llegado a la conclusión de que la mente humana no está hecha para comprender muchas cosas. Y a veces es mejor que sea así. Los sueños son un buen ejemplo de eso. Nunca nadie pudo darme una respuesta clara a ninguno de los sueños más desbaratados que tuve, aunque se quedarán cortos con los que conocí durante aquel verano de 1959.
El teléfono sonó un día y una mujer al otro lado me dio la noticia de que un conocido mío había fallecido. Su nombre era William McKinley. Tenía 68 años y era, perdón por la expresión, una rata de biblioteca. Se dedicaba todo el día a estudiar libros provenientes de los lugares más inhóspitos del planeta. Mi padre era un gran amigo suyo y, cuándo yo era pequeña, recuerdo aprender muchas cosas del viejo William. Era un gran maestro y sobre todo un gran amigo. Me sorprendió mucho oír sobre su muerte. Nadie había sabido de él en años, desde que mi padre murió. Se recluyó en su biblioteca y nadie más supo de él.
La mujer mencionó su herencia, la cual iba dirigida hacia mí. William nunca tuvo hijos y yo era de las pocas personas que conocía. Era bastante triste escuchar las palabras de la mujer. Describió cómo encontraron al pobre William ahorcado del techo con una cuerda.
Me dijo que un camión con todo lo que el señor William me dejó estaba de camino a mi domicilio. Educadamente, me despedí y colgué el teléfono. Nadie acudió a su funeral, no tenía a nadie. Amigos, familia... nada. Solo estaba yo, quien lo consideraba un amigo.
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El Libro De Los Sueños
Mystery / ThrillerLos sueños nos mandan un mensaje que no somos capaces de leer. Pero, ¿y si fuera posible descifrarlos? Esta es la historia del diario de William, una pobre alma que en su búsqueda por encontrar el sentido a los sueños tan extraños que estaba tenien...