NOTAS

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Un mundo donde la muerte no es el final, sino una etapa de la vida.

El dolor por la pérdida, es parte de nuestra humanidad, es naturaleza, una obligación de nuestro linaje unido al tiempo y a lo transitorio.
Pero la pérdida no está cautiva de la muerte, aunque esta forma los pilares del duelo como lo conocemos. Una vez alguien dijo que la muerte deja una marca visible en el duelo, por su irreversibilidad, su abrupta expresión, su universalidad. Porque una separación, un corte fuera de lugar, inmortal, deja siempre a nuestro alcance la esperanza del reencuentro, y el duelo, por lo tanto, sería distinto.

La separación por muerte no disminuye el valor, ni el amor, pero hace que el tránsito por momentos, sea aún más importante y especial, sabiendo que pueden acabar en cualquier momento.

-Lía.

𝐇𝐎𝐓𝐄𝐋 𝐃𝐄𝐋 𝐋𝐔𝐍𝐀.  ─ hwang hyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora