03

411 27 10
                                    

La semana pasó rápidamente para ambos, llegó el fin de semana y con él un concierto más, como le harían para ocultar lo que sucedió, llegó al Panel de críticos, el día de hoy se miraba particularmente hermosa, llevaba un look normal, su cabello suelto y lacio, maquillaje sencillo, y un vestido verde, muy hermosa ante los ojos del juez.

Arturo se puso de pie, la saludó de beso y le sonrió, muy diferente a las otras ocasiones, ella estaba sacada de onda, no entendía que le pasaba, ahora sería así con ella, si seguía actuando así todos iban a saber lo qué pasó.

"Puedes dejar de actuar así" le susurro bajito.

"¿Cómo?" Pregunto con voz inocente.

"Así, deja de mirarme y cierra tu maldita boca" le dijo y procedió a sentarse, el solo sonrió.

El concierto comenzó, se había agregado una nueva crítica, Regina Orozco que conformaría junto a ellos el panel de críticos, fueron pasando académicos y Arturo estaba feliz y sus criticas no eran tan duras, Lola solo lo observaba incrédula, si hubiera sabido que eso mejoraría su humor hace mucho lo habría hecho, no, no, no pensó, es un hombre casado.

En una de las criticas comentó que el panel era muy pintoresco, puesto que lo conformaba un señor que se ponía la tela de sillón refiriéndose a Óscar, que también estaba la gran Regina y "Me pongo de pie por su belleza esta noche, se ve usted hermosa" dijo mientras efectivamente se ponía de pie, "Muchas Gracias" le respondí sonriendo.

La noche de criticas continuo y en una de las participaciones Regina y yo le comentamos a una participante que su vestido no era el adecuado para la canción y que además era feo a lo cual el señor no se quedó callado.

"Esta día usted viene especialmente guapa, solo por eso le puede decir a la alumna que su vestido es feo cuando no lo es" me interrumpió el señor.

"Si, si está, esta fuera de lugar pero gracias señor" le conteste sonriendo nerviosa, todo el público chiflaba y hasta mis compañeros de panel.

El concierto terminó entre criticas, participantes y uno que otro piropo de parte del señor, tenía que hablar con él, esto no puede seguir sucediendo que le pasa, van a empezar a comentar sobre nosotros y todo va ser su culpa, no se supone que esta casado, decidió ir a su camerino para hablar con él.

"¿Podemos hablar?" Le pregunto una vez dentro.

"Por supuesto bella dama" le respondió él con una sonrisa.

"Que estás tratando de hacer con todo esto" pregunto ella confundida.

"Con que" respondió él.

"Con todas tus palabras y piropos durante el concierto, con todo esto, tu cambio de actitud" se atrevió ella a recalcar.

"Bueno, usted luce particularmente hermosa esta noche y no podía dejarlo pasar" le respondió coqueto, ella solo torció sus ojos.

"Si sigues con esas insinuaciones solo vas a conseguir que se enteren de lo qué pasó entre nosotros" le dijo ella alzando la voz.

"Entonces si hay un nosotros" le dijo acercándose a ella.

"¿Qué? No me estás escuchando, yo no dije eso" le contesto ella confusa.

"Lola, me gustas" le respondió acariciando su mejilla.

"¿De que hablas? eres un hombre casado" le respondió Lola alejándose.

"No, a ver déjame invitarte a cenar y te explico" le propuso esperando aceptara.

"Arturo por Dios, traes hasta tu anillo" le dijo ella negando con la cabeza.

Del odio al amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora