PRÓLOGO

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[NOTA: El nombre de la chica jamás será mostrado, por lo cual los chicos la llamaran 'Wish', espero no les importe pero es que no me gusta tanto las novelas Rayita.]

Joder.

Horas caminando, casi un día, y apenas estoy en Los Ángeles. No he podido conciliar el sueño desde hace dos días.

¡Que puto cansancio!

Necesito un buen y largo descanso.

Fui a un centro comercial que encontré mientras caminaba, y me senté en una banca a pensar. Pensar en todo lo que había pasado.

Hace unos días que me fugue del orfanato y ahora no se a donde ir. Tal vez fue mala idea ir a ver a mis ídolos. ¡Qué malditamente estúpida! Y pensar que me los encontraría en el trayecto. Solo debo llegar a Las Vegas y podré tener dinero. Aunque bien podría trabajar aquí. Igual, ganare dinero.

Así pondré viajar a España. Donde podré encontrar al hermoso y guapísimo Frank, pero de seguro Luzu lo mantiene ocupado. Jeje. #LuTaXx.

Respire profundo.

Estaba sudada y muy cansada, hacía días que no comía y el agua que agarre se me acababa poco a poco, estaba apunto de acabarse y no quería eso, el agua es la razón de la vida ¿cierto? Aún así tome un poco de el agua que quedaba. Saque de mi mochila todos mis ahorros: 1000 dólares.

Todo este dinero ha sido fruto de mi habilidades de robar. Qué Dios me lo perdone, por favor.

Necesito cambiarme y una buena ducha. Con suerte encontraré un lago o entraré ilegalmente a un hotel, donde podría quedarme 2 noches máximo.

Suspire.

Estaba pensando mientras miraba el atardecer a travez de esos grandes y hermosos edificios.

Los colores anaranjados, rojizos y rosados pintaban el cielo de una manera perfecta.

De repente sentí que algo estaba apunto de pasar y no necesariamente bueno.

Mire al mi alrededor.
E-s es el... Mierda.

Es el Francisco. ¡Me siguió!
Monjas hijas de María.
¡Dios, perdona mis palabras!

Franscisco es como el encargado de mi bienestar en el orfanato, algo así como mi padrino. Tengo casi su edad, pero el es mayor que yo. Obviamente. Pero aún así el me da algo de miedo.

Tengo que esconderme, y rápido, porque si no es así todo el esfuerzo que he invertido se irá a la basura.

Guarde el agua y mi dinero en la mochila. Y busque algún lugar donde esconderme en el mall.

Corrí y corrí por los pasillos buscando algún lugar conveniente. No sabia donde.

Fui al patio, o el parque que se encontraba atrás del gran edificio. Había un cuarto para los baños en el parque, todo de madera. Gracias al cielo. Corrí al baño de mujeres. Había tres baños y tres lavamanos con un espejo largo, un bote de jabón líquido y una maquina para sacar papel, con el que secas tus manos.

Era un baño de mujeres y estoy casi segura que ahí un hombre no entra ni de pasada.

Me miré en el espejo, mis ojos estaban rojos y cansados, con ojeras casi invisibles. Ese es un don hardcore, no puedo tener ojeras pronunciadas, gracias a Dios.

Pero mi cuerpo se ve flaco y súper desnutrido.

Estoy segura que si en un par de días no como, se me verán todos y cada uno de los huesos y encima, mi ropa ya me queda grande.

Viviendo con una Wigetta Shipper Donde viven las historias. Descúbrelo ahora