Está volando

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-¿No podrías enfermarte otro día?- Dije mientras agitaba el brazo de mi hermano con brusquedad para intentar así que se levante más rápido de la cama en la que estaba tumbado.

-Huham tejh he sijo quhes njo ed cuhpxa misha.

-¿Eres tonto? Quítate el termómetro de la boca antes de hablar,  no se te ha entendido absolutamente nada.-Rodé los ojos con obviedad mientras el de ojos oscuros soltaba el pequeño instrumento con las cejas fruncidas.

-A quien insultas canija, soy la persona más inteligente que podrás tener delante en toda tu vida. Ni que yo quisiera ponerme enfermo en tu primer partido.

-Pues lo has hecho.

-Pues si, y que.

-¿Como que y qué? Que yo no voy a ir al siguiente tuyo.

-Pues no vengas.

-Pues no voy, voy a llorar todos los días la perdida de oportunidad que habré tenido de ver como tu equipo recibía mejor que tú.

-¿Te estás enfadando porque estoy enfermo y no puedo ir?

-Me estoy enfadando porque llevas 25 minutos con el termómetro ese en la boca y sigue macándote 36º, y me sigues diciendo que estás enfermo porque hoy los helados en la cafetería de Matty están a la mitad de precio y no los quieres compartir conmigo después del partido.

Hubo unos minutos de silencio mientras mantenía las manos en la cintura, subía y bajaba la planta del pie para despegarla y pegarla de nuevo al suelo e intentaba levantar una ceja sin éxito ninguno. Abrió la boca para hablar pero la volvió a cerrar un par de veces, confuso, mientras se incorporaba poco a poco en la cama.

-¿Cómo has llegado a esa conclusión?

-Porque él señor "soy la persona más inteligente que podrás tener delante"-recité haciendo el signo de las comillas con los dedos-es lo suficientemente tonto como para dejar la publicidad de la oferta en la puerta del frigo, y por si no es suficiente, poner una nota al lado y marcarlo en el candelario.

Más silencio. Fui a mi habitación rápidamente para coger la bolsa con el equipamiento de la escuela y miré el reloj que tenía para asegurarme de que todavía iba con tiempo, siendo sincera, estaba totalmente preparada para algo así.

Volví hacia la habitación de mi hermano, la cual todavía tenía la puerta abierta al yo haberla dejado así al salir y le hice un gesto con la cabeza mientras tiraba las llaves de casa al aire y las volvía a atrapar.

-Te quiero en menos de 5 minutos en la entrada, tenemos el tiempo justo si no vamos corriendo y dudo que quieras correr así que date prisa- me dirigí escaleras abajo hacia la puerta principal y me recargué en la pared mientras oía al de cabello castaño quejarse a la nada misma de "lo dura que era la vida". Dramático.

-Se supone que soy el mayor en esta casa.- Gritó desde su cuarto para que le escuchara.

-3 minutos o llamo a Iwa.

Poco después de mi respuesta escuché un estruendo fuerte que me asustó, al menos hasta que vi a la reina del drama quejándose de todo tras haberse resbalado en las escaleras. Estaba en la puerta a los 40 segundos.

~

Caminaba a paso rápido por delante de mi hermano, el cual llevaba una mascarilla y unas gafas de sol puestas por petición mía ya que me negaba a aguantar a su gran ejercito de admiradoras insoportables un día como hoy. Escuché al más alto de los dos pedirme que no acelere el paso unos metros más atrás justo antes de que me llegase una llamada al teléfono, lo cogí lo más rápido posible antes de que dejase de vibrar para escuchar segundos más tarde la voz de la capitana al otro lado.

Mi perspectiva - Haikyuu - Hinata x ocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora