.1

12 2 0
                                    

cuántas veces dudé de mí
cuántas veces me autodiagnostiqué
cuántas veces me sentí enferma por desearme tanto a mí misma

y ahora que me hundí en tus manos incontables veces
aprendí dónde me siento sólida

ipsofilia...

qué delicia, ¿no?

pero no era eso
nunca lo fue
eran mis ganas de tanto que me ahogaba viendo mis manos en el espejo
o sentir cómo latía mi cuerpo

hubo tantas cosas que quise sentir

pero era tan pequeña e ingenua que no sabía cómo llenarme de mí misma
con miedo tomé mi cuello

hipoxifilia...

en ese momento aprendí a verle otra cara al dolor
y al aire
y al ardor
y con las manos desnudas aprendí a herirme sin sangrar
sólo para sentirme viva

contigo aprendí a saltar entre el miedo y el placer
es cierto que están conectados
de estar en el borde de la falofobia
a tomar tu mano y hundirme en otra cosa

quemándome en tus embestidas
y enfermandome de tus arranques de ira
excitandome con tus lágrimas...
sólo me ayudaste a crear una personalidad más

o unas cuantas más, en realidad...

me reí de mí
de ti
de ella
de todo

y me deprimí
con la inmensidad de tus ganas con las mías
con el calor creciendo entre tus movimientos y mis gemidos ahogados con tus dedos
con las poses que inventaste
y con la línea invisible que mis manos trazaron entre los lunares de tu espalda

ahora que estoy lejos
me enfermé aún más con las ganas de hacerte mierda
así como lo hiciste conmigo y nunca te dije
me ahogué con las amargas palabras que decidí tragar antes de escupirlas en tu escritorio
me llené de ideas y escenarios donde me buscas y me pides entrar

me jodí tanto la mente...

y al encontrar la salida de la misma...

me volví un genio...

y armé la fórmula perfecta para cumplir mis fantasías muertas contigo...

.¿ah? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora