—Hoy lloré de nuevo. Sí, pero no esa clase de llanto que te ayuda a sanar. No. Era un llanto que te quemaba desde adentro y te hacía sentir peor que al principio.
Hoy volví a sentir como mi pecho se comprimía con la horrible sensación, el mundo quizás paró por una fracción de segundo, o quizás fui yo quien se desconecto del mundo, jamás lo sabría.Notas de un alma rota.
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Notas de un alma rota
Non-Fiction-Las personas nos aferramos a tantas cosas materiales que olvidamos que debemos aferrarnos más a nuestra vida... La vida es tan espontánea que jamás seremos capaces de descifrar cuando es nuestro fin, cuando es nuestro comienzo o, incluso, cuando es...