—Felicidad. Oí como tú risa resonó en una estancia repleta de personas que hablaban muy alto y aún así fui capaz de percibir ese lindo cantar que era reflejo de la felicidad.
Oí cómo lloraste hasta temblar por haberte alejado de lo que te hacía mal y aún así percibí lo que era la felicidad.
Oí como hablabas de aquello que te llenaba y de lo que no, y aún así fuí capaz de saber que aquello era TÚ felicidad.Notas de un alma rota.
ESTÁS LEYENDO
Notas de un alma rota
Non-Fiction-Las personas nos aferramos a tantas cosas materiales que olvidamos que debemos aferrarnos más a nuestra vida... La vida es tan espontánea que jamás seremos capaces de descifrar cuando es nuestro fin, cuando es nuestro comienzo o, incluso, cuando es...